La cara B de una PYME…

por | 28 de abril de 2010

… o como ahogar a una pequeña empresa.

Trabajo en una pequeña empresa de informática de la que soy socio con unos cuantos compañeros, unos a tiempo total, otros a tiempo parcial.

Trabajamos duro para dar un buen servicio a los clientes y tener unos precios competitivos que en estos tiempos más que competitivos son “de risa”. En las circunstancias actuales de la economía cada vez es más difícil que los clientes paguen X por hacerles una Web y siempre quieren X/2 o X/3… las ganancias cada vez son menores, pero bueno, el negocio y los tiempos son así e incluso así merecería la pena si no fuera por los disgustos que nos estamos llevando últimamente con los impuestos.

Que si IRPF, que si IVA, que si seguros sociales… bien, cuando nos lanzamos a montar la empresa ya sabíamos que éstos impuestos estaban ahí esperándonos sonrientes y que hay que contribuir como cualquier hijo de vecino. No nos quejamos de tener que pagarlos igual que tampoco nos quejamos cuando al principio pillamos una pequeña subvención de 3000 euros de papá estado porque uno de nosotros estaba en paro. Es lo justo.

Ahora bien, con la que está cayendo (frase de moda) creo que el gobierno debería poner su punto de mira recaudatorio en otros sectores económicos más boyantes o como mínimo tener con nuestro sector las mismas bondades subvencionistas que disfrutan otros como, por ejemplo, los concesionarios de coches que aún así se quejan o el megasubvencionado sector del cine (será por la calidad del mismo, claro).

Oiga, que mi empresa también fomenta el consumo y crea empleo. Es más, nos creamos el empleo nosotros mismos entre otras cosas para evitar estar en el paro cobrando un subsidio del estado. Contribuiremos con los impuestos que haya que contribuir pero, ya que no hay subvenciones para nosotros, por favor, Sr. Estado, ¿qué tal si nos da un respiro con los impuestos?

Pues sí, este mes el Sr. Estado nos ha dado un respiro en forma de bocanada de gas tóxico que nos ha dejado el pelo verde. Este mes nos hemos encontrado con la desagradable sorpresa de que nos han subido los seguros sociales y de pagar unos 500 € euros pasamos a pagar unos 700 € (la subida por lo visto viene publicada en el boletín de la tesorería general de la seguridad social del 4 de febrero de 2010).

Sí, vale, son 200 € “solo” pero en una empresa como la nuestra 200 € “de más” todos los meses es un pastón. Por decirlo de algún modo es lo que nos dejan cuatro clientes pequeños al mes. Ahora ponte tú a buscar cuatro clientes (que fácil no está) y trabajarles simplemente para no perder. Gracias Sr. Estado. Espero que estos 200€ mensuales contribuyan en que un concesionario tenga más margen en la venta de un coche o en que Fernando Tejero haga una secuela de “Cateto a Babor” en 3D. Es lo que el país necesita.

Los pequeños siempre pagamos por los demás. Mientras a las grandes empresas cuando “la cagan” siempre hay una sustancial cantidad de dinero para ayudarlas, a nosotros, en los momentos difíciles nos los ponen peor aun. Así, ¿quién se lanza a montar una pequeña empresa? Y luego se quejan de que hay mucha economía sumergida. En mi opinión, y visto lo visto, lo que hay es poca.

Ya aviso que a nuestra empresa le queda tres telediarios: Es lo único que provocan. Quizás nosotros, como una minipyme, no seamos una gallina de los huevos de oro para el Sr. Estado, ni siquiera un pollito, tal vez ni una ameba de los huevos de oro. Pero eso sí, aquí los huevos (de oro) se han acabado… acaban de matar a la ameba. Y supongo que no seremos los únicos.

Si vuelve a haber alguna crisis financiera que no nos llamen para rescatar con nuestro dinero a ningún banco o empresa mal gestionada. Ya no existimos: Nos pasamos a la cara B.

Buenas noches y buena suerte.