Nuestros hijos pequeños aman dormir en nuestra habitación. Sepa si es bueno o malo, si les estamos haciendo un bien o perjudicando. Todas las respuestas a estas preguntas en el siguiente informe:
Si bien a los niños les encanta dormir junto a sus padres, especialistas: tanto psicólogos como pediatras, recomiendan que a partir de los 3 años de edad evitemos estas prácticas, ya que podríamos ocasionarles trastornos psicológicos como dependencia e intromisión.
Ya sabemos que a los chicos les gusta mucho dormir con sus padres, pero ¿Cuál es el motivo por el que sienten así? Básicamente por sus temores. Sobre todo a la hora de la noche, cuando deben ir a dormir solos. Su imaginación puede llegar a extremos de temerle a monstruos, fantasmas, a la misma oscuridad, etc.
Del punto anterior surge otra pregunta ¿Cómo eliminamos los temores de nuestros hijos? Una buena forma de hacerlo sería, en el momento que a nuestro niño le agarre un ataque de miedo, ir hasta su habitación y quedarnos un rato con ellos hasta que se les pase. Por el contrario, no se aconseja hacerlos ir hasta nuestra habitación. De esta forma lograremos que ellos se vayan independizando. Pero bueno, es algo que lleva tiempo, como todo proceso.
El proceso de aprendizaje del dormir en los niños podemos diferenciarlo en 3 etapas: La primera etapa abarca entre los tres y los seis meses de edad, es aquí que se recomienda que el niño ya esté durmiendo solo o por lo menos en una habitación con hermanos. Ayudando de esta forma a su intimidad y privacidad. La segunda etapa es a partir de que el niño ya abandona su cuna y empieza a dar sus primeros pasos, esto transcurre entre los 12 y los 18 meses de edad hasta los 3 años. Finalmente en la tercera etapa, que es a partir de los cuatro años de edad, los chicos empezarán a aceptar la separación parcial de sus padres, con la ayuda del inicio escolar y su interacción con chicos de su misma edad.
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