Cuando tomamos la decisión de alimentar a nuestro bebé con potitos ecológicos, no sólo estamos brindándole lo mejor de los vegetales, frutas y cereales, sino que también estamos asegurándonos de que goce de buena salud en el futuro. Es sabido que el desarrollo durante el primer año de vida impacta de manera determinante no sólo en el desarrollo físico de años posteriores sino también en el favorecimiento de la capacidad intelectual. Uno de los alimentos que solemos incorporar rápidamente en la alimentación del niño es la zanahoria, por su fácil absorción. Sin embargo solemos olvidarnos de sus muchos beneficios para nuestra propia dieta.
Los carotenos abundan en la zanahoria. El hígado se encargará de transformarlos en vitamina A, una vitamina necesaria para tener dientes sanos, y que también favorece el desarrollo de los tejidos blandos y óseos, y la salud de la piel. Además, es sabido que el betacaroteno previene algunos tipos de cáncer e impide el desarrollo de células cancerosas. El betacaroteno es antioxidante, es decir que contribuye a “limpiar” al organismo de radicales libres, moléculas que podrían generar la formación de células cancerosas. El betacaroteno también estimula el sistema inmunológico. Un estudio presentado por la Universidad de Newcastle en Inglaterra aconseja cocer la zanahoria entera en lugar de hacerlo en rodajas o cubos, pues de esta sencilla manera se aumenta su acción anti cancerígena hasta en un 25%.
Dice el mito que los conejos gozan de buena vista porque comen muchas zanahorias, y no le falta razón. La falta crónica de carotenos trae como consecuencia la falta de visión nocturna, y otros efectos indeseados como la mala salud de la piel, redundando en la aparición de granos (acné) y sequedad.
La zanahorias tienen un efecto sumamente positivo en la salud intestinal. De hecho, ayudan a prevenir las infecciones por listeriosis, causada por una bacteria, y también eliminan los parásitos intestinales. Muchas mamás no saben cómo proceder cuando el bebé padece de sequedad intestinal. Pues, otro efecto beneficioso de la zanahoria es prevenir el estreñimiento, y también combate la diarrea, siendo especialmente indicada en casos de diarrea infantil. Por supuesto, conviene siempre consultar al médico de cabecera en caso de que se produzca diarrea u otros trastornos digestivos infantiles.
El colesterol ataca cada vez más a los niños menores de edad, como producto de una alimentación basada en comida chatarra. La zanahoria contribuye a disminuir los niveles de colesterol en sangre y prevenir la arteriosclerosis. Estos son motivos más que suficientes para incluir potitos ecológicos en base a zanahorias en la dieta del bebe.