Iniciándose en el aprendizaje del tarot

por | 7 de abril de 2011

tarot

El aprendizaje deltarot es sumamente apasionante, no sólo porque siempre es excitante tener la posibilidad de echar un vistazo a lo que puede suceder en el futuro de alguien, sino porque sus arcanos nos remiten directamente a la historia de la humanidad, en la psicología profunda del ser humano. Muchas veces nos han consultado acerca de cómo dar los primeros pasos en el aprendizaje de la cartomancia. Lo primero es conseguir un mazo de tarot. Este elemento nos acompañará a lo largo de toda la vida, será nuestra herramienta principal, y fuente permanente de referencia.

El conocimiento de las cartas del tarot es fundamental para dar los primeros pasos en esta apasionante actividad. Es necesario tener los arcanos en las manos, y observarlos con atención. Las sensaciones que cada una de ellas nos despierten, es esencial ya que los arcanos del tarot reflejan los arquetipos más profundos del inconsciente humano.

La lectura de los arcanos puede ser interpretada como una historia en sí misma. Es decir, tomando la serie los arcanos mayores, cada carta representa un capítulo en una historia. Ésta es una historia de evolución espiritual del individuo, que muestra un progreso de un estado inicial de total inocencia hasta la conquista del mundo material. En este derrotero del alma humana suceden acontecimientos favorables, donde los eventos de la vida están a su favor, pero también ocurren momentos donde la luz del sol parece ocultarse detrás de grises nubarrones. Es necesario entender que para crecer y aprender también hay que sufrir, pues el sufrimiento es parte constituyente del alma humana.

El Loco es como un niño que va por la vida, sin medir las consecuencias de sus actos y sin pensar en el porvenir. Pero el loco, al igual que el niño, no tiene maldad en su interior. Es una hoja en blanco donde cualquier historia podrá escribirse, una tragedia o una comedia. El loco es todo potencial, al igual que el ser humano quien desde que nace vive según las consecuencias de sus actos, a pesar de que muchas veces no se dé cuenta.

Para el tarot no existe un destino escrito, cada uno es dueño de su propio destino y la historia se escribe a medida que se desanda el camino de la vida. Lo que el tarot hace es reflejar lo que yace en el camino de la persona. Pero es el individuo el que en último lugar tomará todas las decisiones.