Eventos felinos: el parto

por | 12 de mayo de 2011

Uno de los momentos más significativos en la vida de una gata es sin duda el parto y hay que hacer algunas consideraciones muy importantes sobre este momento tan particular en la vida de nuestro animal.

 

Antes de plantearnos que nuestra gata pueda concebir, debemos asegurarnos que podemos responsabilizarnos de la camada y del bienestar de los gatitos. Si es así, hay que recordar que no es conveniente permitir a gatas muy jóvenes el procrear, y lo más  recomendable es esperar a que la gata haya tenido por  lo menos tres celos, evitando la gestación en hembras de muy bajo peso. El celo de la gata se hace evidente por un cambio en su comportamiento, suelen buscar un mayor contacto físico, poniéndose más “cariñosas”, aunque también hay celos silentes.  Una gata en celo suele atraer gran cantidad de gatos del vecindario, fascinados por las hormonas que la gata produce -que se exteriorizan en un olor específico- perceptible sólo para ellos. Así, será común ver a los “galanes felinos” merodeando en las cercanías, tratando de tener contacto con la gata. Si queremos evitar una preñez indeseada, será necesario mantener a la gata aislada, hasta que el celo pase, o plantearnos la esterilización.

 

El embarazo de la gata dura entre 56 y 69 días (en término medio alrededor de dos meses). A medida que se aproxima el parto, la gata comenzará a evidenciar algunas conductas que nos harán presuponer que el nacimiento está cerca. Querrá estar sola, y buscará un “nido”, es decir un lugar que ya considere seguro y tibio como para traer a sus gatitos al mundo. Algunas situaciones curiosas pueden darse. Tal vez ella considere que nuestro zapatero o armario es el mejor lugar, y en algunos casos la cama de un integrante de la familia -que le genere la confianza suficiente-podría llegar a ser el lugar seleccionado.

 

Si hemos mantenido un estrecho control veterinario sobre nuestra gata durante el embarazo, estaremos seguros de que todo irá bien. Un médico experto puede, sin necesidad de exámenes adicionales, simplemente palpando a la gata, determinar la posición y cantidad de fetos. Sin embargo, también es posible realizar una ecografía, con resultados incluso más fiables.

 

Lo importante durante el parto, uno de los momentos más memorables, es mantener la calma, sobre todo si es la primera vez que nuestra gata tiene cría. Lo más común es que el animal no tenga ningún tipo de problemas, sobre todo si hemos hecho los controles prenatales. Pero, ante cualquier duda, lo mejor será consultar con un veterinario.