Normalmente los padres divorciados conocen, o deberían, los estudios de cómo afecta el divorcio a los hijos. Sin embargo, lo que rara vez se escucha es ¿cómo afecta a los niños el matrimonio de sus padres? No importa cuan cansados, preocupados o pobres nos hagan los niños, sino lo que pasa cuando las cosas no salen de acuerdo a como se planearon, por ejemplo, cuando un hijo tiene una enfermedad crónica, requiere de atención especial o muere.
Aunque en la actualidad existen varios exámenes médicos prenatales y postnatales, no se han podido prevenir enfermedades como el autismo, la diabetes, el cáncer, el asma o la polio.
Tener un bebé con autismo, síndrome de Asperger, trastorno de atención con hiperactividad, parálisis cerebral o Síndrome de Down, sigue siendo uno de los mayores desafíos a la unión de los matrimonios actuales y, después de lidiar con los cuidados que merecen estas enfermedades, varias parejas optan por el divorcio.
Si bien a los niños sanos no les va bien cuando sus padres se divorcian, a los niños con alguna de estas enfermedades no les va mejor. Además, los padres con hijos que tienen Trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH, por sus siglas en inglés), tienen casi el doble de posibilidades de divorciarse a los ocho años del niño.
Cuestiones como el suicidio juvenil o las enfermedades crónicas en los hijos, también son causas de divorcio en varios países. También hay que sumar padecimientos como el Síndrome de Down, en el cual, hoy en día, los padres pueden decidir si quieren tener al bebé o no. En caso de que decidan darlo a luz, deben saber a qué atenerse. He ahí la clave.
Los cónyuges pueden tener diferentes maneras de manejar el dolor, la vergüenza, la ira, la tristeza y la frustración, lo importante es no emitir un juicio sobre el otro tan solo por tener un estilo emocional diferente. Si no hay una conexión entre ambos cónyuges, se estará en mayor riesgo.
En ciertos casos, la enfermedad de un hijo, une a los cónyuges en vez de separarlos, pero eso no quiere decir que sea una situación fácil de afrontar. Hay que informarse acerca de lo duras que pueden ser las cosas cuando se tiene un hijo enfermo.
Una buena porción de niños con necesidades especiales viven con madres solteras, una situación que puede ser mucho más difícil para ambos e incluso traer problemas adicionales a futuro.
Otra de las causas de divorcio es cuando uno de los cónyuges insulta o golpea al hijo enfermo.