El sistema de franquicias se presenta como una apuesta más para emprendedores. Y dependiendo de la consolidación de la red u organización que representa la franquicia, la apuesta será más o menos segura, así que una de las más tentadoras puede estar en Franquiciar alimentación.
Las grandes cadenas de distribución, en su afán por la optimización de los beneficios y en claro ejercicio de competitividad, han visto en el mundo de las franquicias una opción más para crecer y triunfar, sobre todo en lo que a este sector se refiere. Todas las marcas de la distribución alimentaria con peso específico en el sector, se plantean ceder sus modelos de negocio a empresarios que buscan incursión empresarial o inversión.
Por eso la expansión que supone, es hoy una alternativa y el franquiciado buscará siempre una red consolidada frente a apuestas desconocidas o con un incipiente bagaje en el mercado para asegurarse la inversión.
A nadie se le escapa que el sector de la alimentación se ha ido concentrando hasta constituir un cerrado núcleo de pesos pesados en la distribución. Las insignias emblemáticas copan el mercado y eso hace que franquiciar alimentación precisamente con estos grandes y gigantes del gran consumo, esté bastante claro.
Y para estas empresas, muchas de ellas en manos de capital no español, recurrir a explotar el modelo en sistema franquicia representa un valor singular para su organización. En algunos casos, hasta puede sobrepasar el modelo tradicional de explotación directa. Pero lo habitual es que se compagine ser propietarios de los puntos de venta y comercializar franquicias a la vez para diversificar los modelos de negocio. De esta manera, las grandes cadenas por todos conocidas de gran consumo, estimulan la iniciativa empresarial al tiempo que aumentan beneficios.
Sin embargo, tampoco es difícil sospechar que los márgenes comerciales en el sector de la alimentación no son precisamente los mismos que se marcan en Non Food o no Alimentación; es decir, el mismo nivel de gran consumo pero en la versión droguería, perfumería y todos aquellos productos que incluimos en la compra diaria que no pertenecen a la alimentación. Pero se venden en el mismo punto de venta, aunque sea en modo representación de los más consumidos a diario.
Con estas pocas líneas, ya se pueden intuir los fructuosos que son estos mercados, y por eso mucho de los que deciden invertir en una franquicia, suelen elegir una de este tipo.