Aunque a primera vista pudiera parecer que practicar vuelo libre en parapente no contamina, lamentablemente no es así: los pilotos usan sus coches tanto para desplazarse a las zonas de vuelo, como para subir a los despegues sobre las montañas, y para recogerles donde hayan aterrizado.
Por este motivo, y queriendo ser lo más respetuosos con el medio ambiente, los miembros de la Escuela y del Club de Parapente Zero Gravity se han sumado a la campaña “responsarbilidad”, de la fundación más árboles, con la que se intenta compensar las emisiones de CO2 a la atmósfera con la plantación de árboles.
La idea es calcular cuántos kilogramos de CO2 se emiten en un cursillo de parapente o en un año de vuelo. Luego, se calcula cuánta masa forestal se necesitaría para absorver ese CO2 y convertirlo en carbono. Esto, se traduce en un número de árboles, que deben ser plantados para que el resultado final entre emisiones y absroción de CO2 sea cero.
La campaña, llamada “Zero CO2” estará en marcha de forma permanente, y tanto la escuela como el club de parapente Zero Gravity destinarán una parte de los ingresos que obtengan por los cursos o por las cuotas de los socios del club a plantar esos árboles que serán los encargados de mantaner el aire sin sobrecarga de gases nocivos, ayudando así a frenar el calentamiento edl planeta.
Visita www.zero-gravity.es para más información.