Un breve vuelo, alguna de las muchas ofertas en vuelos baratos entre Ibiza y Barcelona, luego todo el fin de semana para deleitarse con la música, el baile, la fiesta y la movida de Ibiza, y luego de vuelta al trabajo, con la felicidad de haber disfrutado de una de las experiencias colectivas más alucinantes, las megafiestas electrónicas en Ibiza.
Sin dudas, la disco más representativa de Ibiza es Pachá. En rigor de verdad, Pachá es una cadena de discos, presentes en una docena de países. A lo largo de su notable historia, Pachá se ha convertido en sinónimo de música electrónica de vanguardia. La primera Pachá fue fundada en 1967 en Sitges, en Cataluña por el empresario Ricardo Urgell, que en ese momento contaba con jóvenes 29 años. El emprendimiento, llevado a cabo con su hermano, tenía como finalidad ayudar a su familia. Seguramente ni en sus más felices sueños imaginaba el éxito global que Pachá tendría.
En 1973, Urgell abre la mítica Pachá Ibiza, local con mayor renombre mundial de toda la cadena. El secreto de Pachá y de su resonante éxito es la música de vanguardia que se toca en sus salones. De hecho, Pachá es el sitio de lanzamiento de los mejores músicos y DJ’s de electrónica del mundo. Quienes tienen el privilegio de tocar en Pachá, muy pronto ocupan los primeros planos de la escena de la música electrónica mundial, porque Pachá marca tendencias. Ejemplos de músicos de primer nivel nacidos en Pachá son David Guetta –DJ telonero de Madonna en su última gira mundial Sticky and Sweet Tour de 2008- y Ministry of Sound (importante sello compilador de música electrónica del Reino Unido).
Si bien la temporada de fiestas y Raves es durante el verano, en Pachá la música suena todo el año. Con los en vuelos baratos entre Ibiza y Barcelona de última hora es posible conseguir pasajes a precios increíbles, para no perderse nada de la movida electrónica, y, de paso, aprovechar ese fantástico Mar Mediterráneo, con sus playas de arenas blancas y aguas prístinas. En el Barrio Antiguo de Ibiza es posible pasear, comprar recuerdos y ropa, o tomar algo en alguno de los cientos de bares y paradores que le dan a Ibiza esa apariencia de villa mediterránea tan especial que tiene.