Recorrido por la región de Lombardía y parada en Milán, cuna de la moda mundial.

por | 18 de agosto de 2010

La historia de la ciudad de Milán se remonta a seis siglos antes de Cristo, de la mano de los celtas, quienes pusieron las piedras fundacionales de la ciudad. Su desarrollo a lo largo de la historia se vio favorecido por el hecho de ser un punto neurálgico de comunicación en la zona del Po, y paso obligado de viajantes, comerciantes y ejércitos. Actualmente, la ciudad se ha convertido en la capital de la industria italiana, por lo que es frecuente que reciba millones de visitantes al año por cuestiones de negocios. En esta capital es posible encontrar un hotel Milan en el que combinar trabajo con placer, para no perderse los principales atractivos turísticos de esta increíble ciudad, que sorprende al viajero con sus torres y rascacielos, su distrito de la moda y su imagen de moderna metrópolis, sin resignar la conservación de importantes monumentos históricos.

Milán ofrece gran cantidad de sitios históricos y monumentos, verdaderos tesoros de la humanidad. Muchos de ellos son testimonio de artistas del Renacimiento, y son evidencia del esplendor que esta ciudad guarda desde hace cientos de años. El primer lugar para no perderse es la Galería Vittorio Emmanuele. La galería es un paso diseñado para conectar la Plaza del Duomo y la Plaza della Scala. Se trata en realidad de una magnífica galería comercial, con locales, e increíbles techos abovedados de cristal, realizada en un estilo arquitectónico renacentista.

El Cementerio Monumental de Milán es quizás el sitio donde más palpable se hacen las diversas civilizaciones que habitaron el lugar. Se considera uno de los museos y sitios arqueológicos a cielo abierto más importantes del mundo. En esta localización se hallan enterradas grandes personalidades de la historia de la humanidad. Desde 1886 es posible visitarlo, pues fue en este año en el que se abrieron las puertas al público.

Los palacios de Milán son otro indiscutible atractivo de la zona. Testigos de épocas de esplendor renacentista, son piezas vivas de la historia de la humanidad. Un ejemplo es el Palacio Real de Milán, ex sede del gobierno de Milán cuando era una Ciudad Estado, previo a la creación de la Italia Moderna. El mismo tiene un estilo neoclásico, producto de una remodelación total llevada a cabo durante el reinado de los Hasburgo, conducida por el arquitecto Giuseppe Piermarini. Históricamente fue el hogar de notables familias de mecenas como los Sforza y los Visconti, quienes patrocinaron nada menos que a figuras de la talla de Leonardo Da Vinci.

Es un hecho que en Italia existen muy bellas y encantadoras ciudades en las que pasar unos días de vacaciones y relax, como es el caso también de Pisa, donde el viajero tiene la oportunidad de disfrutar de un enriquecedor paseo por monumentos milenarios como la Piazza dei Miracoli, la catedral de la ciudad y numerosos monumentos arquitectónicos y artísticos como la popular torre inclinada. Además, encontrar un hotel Pisa puede ser difícil en función de la época del año en la que se planee el viaje, por lo que es recomendable reservar con anterioridad si ya se tienen decididos los días en los que se viajará.