A día de hoy, en España, es posible recuperar hasta el 87% del peso total de un vehículo, ya que alrededor del 76% se recicla y el restante 11 % es revalorizado energéticamente. Estos datos son de vital importancia ya que durante el 2009 se tramitaron cerca de 1 millón de bajas de vehículos a través de los desguaces, o centros autorizados de tratamiento.
Aproximadamente un 5% del parque automovilístico español, es enviado al centro de tratamiento (C.A.T.) para su descontaminación y reciclaje. Desde la puesta en marcha de las ayudas destinadas a favorecer la venta de vehículos, y la retirada al desguace de coches con más de 10 años (que son los más difíciles de reciclar) se han retirado cerca de 300.000 vehículos, los cuales también fueron dados de baja en tráfico definitivamente. Estas cifras se traducen también en beneficio medioambiental, ya que se consiguió evitar alrededor de 985.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Pero ¿de que se compone ese 87% que se recupera del vehículo? Pues casi el 75% del total se compone de de los elementos de carrocería formados por materiales como la chapa, el acero, aluminio o plomo. El acero se recicla generalmente en las fragmentadotas, y el resto de metales se gestiona a través de los gestores autorizados correspondientes. Otro 4% corresponde a los residuos que provienen de los neumáticos, y cuyo material (caucho) se recicla a través de las empresas especializadas en ello. El porcentaje de reciclado de los plásticos podría llegar a alcanzar un máximo del 5´5% ya que es una cantidad que puede variar en función del tipo de vehículo y de su modelo, además los plásticos también pueden ser revalorizados energéticamente entre un 7 y un 9%. También nos encontramos con algunos elementos más escasos como el papel o cartón y los tejidos, que únicamente se pueden revalorizar energéticamente en aproximadamente un 1% cada uno. Finalmente llegamos al vidrio, que es recuperable hasta en un 3´5%, y que se recicla también a través de empresas que se especializan en el reciclaje y la reutilización del vidrio.
La conclusión es que de un vehículo utilitario se puede volver a aprovechar energéticamente entre un 10 y un 12 %, mientras que el restante 88 al 90% es posible recuperarlo para su reciclaje y posterior fabricación de otros materiales de consumo. Esto hace que sea necesario tener en cuenta la importancia del reciclaje de los vehículos fuera de uso que se realiza en los centros autorizados de tratamiento, y que dar de baja en tráfico definitivamente a un coche, ya no es un simple trámite administrativo.