En la lectura de las cartas los bastos son un grupo de arcanos menores que tiene un profundo significado. Los bastos encausan una poderosa energía creativa, ya que la totalidad de las barajas de este palo mencionan a diferentes instancias de la creación. Pero, ¡mucho cuidado!, ya que es imprescindible evaluar el resto de las barajas para determinar si esa energía está volcada a la creación o la destrucción. La energía de los bastos es una energía sin medida, que arrasa todo lo que encuentra a su paso. Será necesario templar el espíritu para encauzar esta energía de manera positiva.
El as de bastos es una exploción inicial de creatividad. Puede querer expresar un comienzo inmejorable para un proyecto personal, una nueva etapa de la vida. Asimismo en algunas oportunidades anuncia la llegada de un niño al mundo. Es la chispa de productividad que iniciará un fuego. La cuestión más importante es si ese fuego crecerá hasta convertirse en una pira, o no alcanzará a desarrollarse y se extinguirá en sus cenizas. Es una antorcha que puede guiar hacia el éxito, aunque el mismo no está garantizado. Una antorcha ilumina, pero también implica que la persona deberá llevarla consigo y no abandonarla. Será cuestión de ver si quien consulta tiene la constancia de hacerlo.
Como todas las cartas, el as de bastos también presenta un aspecto negativo y es lo imposible de predecir de su energía. En este caso, este factor se ve aumentado por el carácter de fuego de las barajas de bastos. La situación progresa cuando aparece el dos de bastos, que nos ayuda a dirigir esta energía hacia un fin más positivo. El dos de bastos es una barajas que nos habla de la voluntad de la persona para alcanzar sus metas. El regalo de la fuerza para lograr los objetivos ya nos ha sido dado, ahora está en nosotros orientarla hacia un fin productivo con laboriosidad y tesón. Esta baraja nos habla de que nuestros sueños podrán hacerse realidad, pero no por una cuestión fortuita, como podría anunciarlo la rueda de la fortuna, sino porque hemos de trabajar para llegar a buen puerto. El dos de bastos es un recordatorio de que estamos siempre el control de nuestras vidas, tenemos las riendas de nuestro destino y deberemos tener la fuerza para saber emplearlas. Definitivamente, en la lectura de las barajas, el dos de bastos nos recuerda que merecemos ser los creadores y los gobernantes de nuestra vida.