Para conocer las mejores bodegas

por | 14 de septiembre de 2010

Sin dudas, uno de los atractivos más interesantes de Mendoza son sus vinos. Gracias al clima especial de la región, árido, con poca humedad y con temperaturas templadas en verano, el cultivo de la vid se ha convertido en una de las principales actividades económicas de la provincia. La historia de la elaboración del vino comienza con la llegada de los primeros inmigrantes europeos, franceses, alemanes e italianos, quienes trajeron su sabiduría y experiencia. Aprovechando las condiciones propicias de la tierra y el clima, el vino producido muy pronto supo forjarse un lugar destacado en el mundo. Quien visite esta provincia no debería perderse la oportunidad de conocer de cerca la elaboración de los ricos vinos mendocinos. Podríamos decir que sin una excursión a las bodegas más importantes de la zona, las vacaciones estarían incompletas.

La ruta del vino es el nombre con el que se conoce a esta tradicional excursión. Muchas bodegas esperan con ansiedad la llegada de los turistas, y se preparan con todas sus galas para recibirlos. Así, proliferan los alojamientos en bodegas, y los restaurantes de campo, que intentan hacer conocer a los turistas lo mejor de la gastronomía local.

Las bodegas y viñedos en Mendoza se diseminan en cinco zonas geográficas: la Región Este o del Valle Central, la Región Sur, la Región Norte o de Alta Montaña, la Región Gran Mendoza y la Región del Valle de Urco. Las bodegas mendocinas tomaron mucho de la tradicional práctica de la elaboración del vino en Europa. Como ejemplo de esto, la Bodega Fabre-Montmayou se estableció en la forma de un tradicional chateau francés. Otras bodegas procedieron tradicionalmente a la elaboración del vino con otros procedimientos, pero con resultados igualmente espectaculares, como la célebre bodega Luigi Bosca, quien tomó la forma de elaboración romana, con grandes cámaras subterráneas.

En el departamento de Maipú abre sus puertas al público la bodega más antigua de la provincia, Bodegas La Rural, quienes están en el negocio de hacer vinos desde 1885. En este mismo establecimiento se encuentra un museo del vino, donde se hacen palpables los adelantos tecnológicos que han enriquecido la elaboración del vino, a la vez que su producción conserva el proceder tradicional de más de 20 siglos de historia que este rico brebaje tiene.

Lo mejor para poder disfrutar de estos increíbles lugares es encontrar un hotel en Mendoza donde sepan asesorar al viajero para que realice estas increíbles excursiones.

David Semansky
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