Si sufre un siniestro, la parte de la colisión de su póliza de seguro a todo riesgo cubre la reparación de su propio automóvil.
Se considera que su vehículo es siniestro total cuando los gastos para repararlo superan cierto límite sobre el valor total del coche, que normalmente viene a ser de un 70%. En este caso la compañía de seguros lleva el coche a la chatarra y le paga con dinero en efectivo el valor del automóvil.
Ni el seguro de coches que cubre la cobertura de colisión ni el seguro a todo riesgo son obligatorios en la mayoría de los países. No obstante si aún está pagando su automóvil puede que el concesionario que se lo vendió le obligara tener algún tipo de seguros a todo riesgo que le cubra hasta ciertos límtes en caso de le sucediera algún siniestro.
La cobertura de los seguros a todo riesgo cubre los daños del vehículo que no hayan sido ocasionados por un accidente, como por golpear a un animal, por desastres naturales, en caso de vandalismo, si ha sufrido un incendio o por robo.
También los seguros a todo riesgo cubren la rotura de lunas. Incluso si su parabrisas se rompe, la cobertura de los seguros a todo riesgo se lo arreglará pues tienen comtempladas estas circunstancias.
En el caso de colisión hay un deducible para cualquier reclamo de todo riesgo. La cobertura de colisión y la del seguro a todo riesgo son muy importantes tenerlas en cuenta a la hora de contratar un seguro para nuestro automóvil que se ajuste a nuestras necesidades y gastos. No deje de repasar con calma y tranquilidad estos términos antes de la contratación de cualquiera de los seguros a todo riesgo que le ofrezcan, comparando entre las distintas ofertas que le propongan.
Los conceptos y claúsulas de Responsabilidad Civil Obligatoria, Responsabilidad Civil Suplementaria, Daños propios, Incendio, Robo, Defensa jurídica, Reclamación de daños, Defensa jurídica de multas, Seguro del conductor, Asistencia en viaje y la posibilidad de Franquicia deben estar presentes en la contratación de cualquier tipo de seguros a todo riesgo.