La voz es el instrumento que deben cuidar los locutores. Y quien dice voz, dice timbre, tono y “color” de la voz, un matiz metafórico para todas aquellas personas que dedican su profesión o se sirven de la comunicación verbal en su vida profesional.
Sin embargo, entendemos con este término aquellas personas que ponen voz sin rostro, o lo que es igual a dobladores de cine, de radio, comentaristas y en general actores de la voz que emiten diálogos, noticias o actúan sin exponer su imagen física.
Si nos atenemos a quienes comunican con una determinada voz dependiendo de los requerimientos que se le exijan, la voz que emite comunicados en lugares públicos o privados, -lo que entendemos por megafonías que emiten mensajes a un gran número de gente en espacios grandes- también se consideran profesionales en esta profesión.
Dado que todos ellos necesitan disponer de la herramienta necesaria para comunicar en cada caso, un locutor es aquél cuya dicción es la exigida para cada ocasión. Sin embargo, cualquier persona no tiene las mismas cualidades que debe adquirir un profesional de la voz. Y cuando estas cualidades deben ser educadas, lo mejor es asistir a una escuela para aprender a utilizar la voz profesionalmente.
Escuelas y talleres de doblaje y oratoria para prepararse y aprender a manejar la voz conforme a las necesidades profesionales actuales, reúnen a alumnos infantiles y adultos, particulares y del mundo de la empresa. Preparan al alumno a medida de su requerimiento específico, ya que algunas empresas en concreto, no destinan estos recursos con un fin artístico sino comercial, de marketing o porque necesitan saber hablar en público ante auditorios profesionales.
Personas de todas las edades son enseñadas a identificar los recursos naturales de su voz y a trabajar con ellos para doblar películas, grabar anuncios publicitarios, doblaje de videojuegos o acudir a casting para televisión o cine. Normalmente esto se suele hacer en un estudio de grabación, en cuanto tienen las herramientas necesarias para obtener el mejor resultado posible a nivel de sonido.
La timidez, la inseguridad al hablar y el desconocimiento de todas las cualidades de la voz que pueden expresar todas las emociones si se aprende a hacerlo, son asignaturas que se aprenden en talleres de oratoria. Tono, timbre, volumen y pronunciación son factores decisivos para lograr el correcto uso de la voz y que sirva como la herramienta que es para comunicar verbalmente.
Hasta los youtubers encuentran en las clases y talleres de locutores una ayuda para realizar mejor sus videos y tener éxito grabando su producción audiovisual.