1984. Sale a la venta el LP “The Best of Blondie”, con títulos como “Heart of Glass” o “Call me”, mientras breakdancers de rizos imposibles, vestidos con colores primarios, bailan el “Din Daa Daa” de George Kranz en la película “Breakdance 2: Electric Boogaloo” y en Venice Beach los skaters se convierten en el nuevo icono de California. Los ochenta: la música es la respuesta a todos los problemas. Ahora, Pedro García y Dale Dubovich, los responsables de diseño de la firma de calzado Pedro García, revisten de glamour ese mismo espíritu vehemente para sorprendernos con un avance de su colección de la próxima temporada. Un adelanto que podemos encontrar ya en las tiendas y que toma la forma de dos grupos: uno que versiona aquel primer hip-hop ingenuo y colorista y otro que invoca todo el sex-appeal de una glam punk star como Debbie Harry.
Sí… la música es la respuesta y el nexo oculto que vincula estos dos grupos. En el primero el ritmo es sincopado, callejero y lleno de color. Son las deportivas firmadas por Pedro García que, después de años de espera, están por fin a la venta. Y cumplen con todas las expectativas. Pretty, Hot, Attractive and Tempting: las PHAT LACED SNEAKERS, son zapatillas lejanas a los tacones de vértigo habituales en la firma y muy próximas al estilo old school. Propias de hip-hoppers, rappers, skaters, bikers, street artists y grafiteros, pero con el giro de un diseñador de calzado made in Spain. Deportivas que nacen en nueve colores de suave y apetecible piel afelpada, con cordones gordos y planos (como debe ser) al tono o contrastados. Unas zapatillas que también tienen su versión on-heels extravaganza, muy propia de la impronta de la firma.
En el segundo grupo, la música es pura seducción, chispeante y eléctrica. Botas en las que conviven el exceso más extremo y la más parca austeridad; maridaje imposible que Pedro García, experto en enfrentarse a inverosímiles alianzas de conceptos opuestos en el calzado de diseño, convierte en realidad. Un tacón sobre el que se aplica una elaborada técnica joyera para pavimentarlo de diminutos cristales Swarovski, levanta la horma limpia y simple de un shoe-boot de profundo escote con la piel cortada al canto, es decir, sin ningún tipo de remate. La textura de los materiales – la dulce y aterciopelada piel contra el duro y refulgente cristal – refuerza aún más la contradicción. La lujosa esquizofrenia. PAVÉ HEELS. Modelos que te imaginas calzando la voz de Blondie. Sex on heels.
A pesar de que sus zapatos se venden en más de 1.000 puntos de venta seleccionados en todo el mundo y de que las celebrities pisan las alfombras rojas de Hollywood con sus diseños, en Pedro García se consideran zapateros. En el sentido más tradicional del término. Y en el más vanguardista. Se dedican al calzado desde 1925, pero la tercera generación de esta saga familiar, quien actualmente conduce la firma, ha sabido reinventarla impulsándola mediante de una nueva filosofía de diseño. Pedro García y su compañera Dale Dubovich conducen el diseño García hacia el experimental luxury. Unos Pedro García son un poderoso mélange explosif que opone materiales y los obliga a pactar, son la asociación de lo inasociable, son modelos híbridos fruto del cruce de conceptos y que buscan siempre el one step beyond. Gracias a ello, Mila, hermana de Pedro, quien tiene a su cargo de la dirección empresarial, ha conseguido expandir la marca a todos los mercados mundiales. Hoy Pedro García es un referente del segmento de lujo, incluso para el exigente mercado estadounidense.
Cristina Blanco
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tienda Pedro García