Es cierto que en temas de glamour nos ganan los franceses. De ahí que la palabra “lencería” proviene de la palabra francesa “lingere” que significa línea, contorno. En otros países como Alemania, la palabra “lencería” se aplica a todas las prendas de lencería para hombre y mujer. Esta palabra, en EEUU e Inglaterra, se aplica a la ropa para la mujer que se usa para crear un atractivo sexual.
Fue a principios de los años 60 que el glamour fue entendiéndose como un concepto nuevo que venía para quedarse. En los años 60, las feministas quemaban sus sujetadores y se orgullecían de que la lencería fuera usada para dar poder a la mujer, aunque fuera desde el punto de vista sexual.
Este tipo de ropa interior se usa para modificar la forma de la mujer y potenciar sus atributos físicos. A principios de siglo, este tipo de prendas eran muy poco confortables y restringían muchos movimientos de la mujer, fue a partir de los años 50, que la lencería fue ideada con prendas más cómodas. Así se encontraba un punto medio para el compromiso entre comodidad y realce de la figura femenina.
Antaño, las ocasiones en las que se regalaba ropa interior sensual era para ocasiones especiales, luna de miel y aniversarios. En la actualidad, se regala como un capricho que ayuda a las parejas a no caer en la monotonía. Es un incentivo para las relaciones de pareja.
¿Por qué se usa la lencería? Yo diría que es por el hecho de que todos, incluso a nivel social, queremos gustar a los demás. Entonces para las relaciones de pareja, es algo que cae por su propio peso. En esas situaciones realmente se disfruta gustando al otro.
La mujer se siente sensual, con poder, importante. Aunque solo se trate de llevar una prenda que realza su condición física con los colores, bordados, alta costura… Comunica elegancia y clase al mismo tiempo.
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