HOTELES EN MARBELLA LO DIFÍCIL SERÁ ELEGIR

por | 15 de noviembre de 2011

Marbella es una perla blanca enclavada en la orilla del Mediterráneo y conocida mundialmente por su selecta oferta turística, que durante los años ochenta y noventa la convirtió en el centro de la aristocracia de la prensa rosa. Pero Marbella es mucho más que lujo y papel couché. Situada en La Costa del Sol, en una de las ocho provincias andaluzas, Málaga, Marbella promete sol, playas y diversión pero también ofrece cultura, historia y tradición. Es sumamente sencillo encontrar Hoteles en Marbella en los que el turista podrá disfrutar de cuanto necesite.

Como todo pueblo Mediterráneo, su historia se remonta milenios a través de los cuales han pasado por sus costas fenicios, romanos o musulmanes. Rica en huellas arqueológicas se han hallado restos fechados ya en el período  paleolítico.

Villas y termas romanas nos hablan de la influencia del Imperio en la península y la larga etapa en la que Al Andalus vivió bajo la dominación musulmana nos ha legado notables vestigios de su arte y forma de vida. Desgraciadamente La Reconquista y su afán cristianizante destruyeron muchos y valiosos testimonios de una época que imprimió un carácter especial al sur de España.

Durante siglos, Marbella subsistió gracias a la pesca, la agricultura y la ganadería. Fue ron el siglo XIX y su Revolución Industrial los que la convirtieron en un centro de la siderurgia y por fin, y como, hasta ahora, último paso en su evolución, ha convertido sus innegables encantos paisajísticos en un foco de reclamo para el turismo internacional.

PAISAJE

Marbella es por sí misma un sugestivo paisaje urbano. Sus casas tradicionales, encaladas para combatir el calor y edificadas siguiendo la inclinación de la ladera de la Sierra Blanca son el testimonio de un estilo de vida dentro de otro, caracterizado por las nuevas construcciones destinadas a dar servicio a un turismo masivo.

Si se hospeda en la Costa del Sol encontrará alojamientos en Marbella a escasos metros de vastas playas fruto de una orografía de cotas exiguas y erosionadas. Pequeñas zonas de dunas, las de Artola, en la Playa de Cabopino, le harán soñar con noches en el desierto pero con un microclima más benigno, creado por la protección con que las cumbres de la Cordillera Penibética obsequian a esta franja costera.

La especialización de los últimos años en la industria turística ha convertido los horizontes del interior en frescos campos de golf, pero al mismo tiempo se conservan muestras de la flora y faunas propias de la región mediterránea como el pinsapo, el pino carrasco, la sabina o los magníficos buitres leonados, halcones peregrinos o águilas reales.

CULTURA

En Marbella se desarrolla una intensa vida cultural, que le brindará la ocasión de visitar museos como La Colección Municipal de Arqueología, el Museo Ralli o el Museo del Grabado Español Contemporáneo.

Festivales de teatro, de jazz, de ópera e incluso de reggae se celebran anualmente en sus varios espacios dedicados a las artes escénicas, tales como el Black Box Teatro o el Teatro Ciudad de Marbella.

HOSPEDARSE

La oferta de Hoteles en Marbella es extensa. El auge publicitario que se le concedió a esta pequeña ciudad durante las dos últimas décadas del siglo XX la convirtieron en objetivo prioritario de las grandes cadenas hoteleras mundiales. Junto a establecimientos de gran lujo, situados casi siempre en primera línea de playa, próximos a los puertos deportivos más exclusivos y a las zonas comerciales más opulentas, como Puerto Banús, podemos encontrar hospedajes  más modestos destinados al común de los visitantes, que quieren por unas horas o por unos días, sentirse parte de un mundo de exuberancia y riqueza.

Si por un momento nos tomamos la molestia de asomarnos al mapa turístico de la villa, nos daremos cuenta de la profusión de alojamientos en Marbella a los que nos podemos dirigir. La mayor parte de ellos será hoteles baratos en los que una familia podrá alojarse sin que su economía se vea irremediablemente resentida, pero que contarán con todo lo necesario para hacer su estancia agradable.