Una de las cosas más difíciles de sobrellevar es el divorcio, sobre todo cuando hay niños de por medio. Por ello, es necesario contar con ayuda de un abogado de confianza y responsable. Sin embargo, muchas veces no es fácil elegir, ya que el mercado es muy variado.
Abogados
En caso de batalla legal, ya sea respecto a los hijos o los bienes, tendrás que contratar a un abogado. Puedes buscar varias opciones, sin embargo, los más recomendables son los abogados privados y no de oficio, ya que estos últimos tienen tantos casos que llevar que difícilmente podrán acordarse de tus asuntos al final del día.
Busca abogados especializados en Derecho Familiar, alguno de ellos quedará justo a tus necesidades económicas. Aunque tú y tu pareja tengan una relación cordial durante todo el proceso de divorcio, puede resultar difícil ponerse de acuerdo sobre qué es lo justo para ambos…es aquí donde el abogado puede ser de gran ayuda.
Antes de reunirte con el abogado, recopila toda la información financiera que puedas y cuando estés con él mantente centrado sobre lo que hay que hacer en ese momento. Probablemente quieras desahogarte con él, pero para ello es más conveniente que busques la compañía de un buen amigo.
Además de ello, ten en cuenta que el divorcio es un hecho que produce mucha tensión emocional y que también, quizá, te produzca una buena dosis de ira. Si necesitas hablar de algo o simplemente quieres descargar tus sentimientos, utiliza formas alternativas de comunicación como el correo electrónico. Esta es una forma de eludir en cierto modo una confrontación directa por teléfono o en persona.
Para que un abogado te pueda representar tendrás que firmar un contrato en el que se explican los honorarios del abogado. Asegúrate de entender cabalmente todo y haz todas las preguntas que necesites hacer.
Lo siguiente que tienes que hacer es:
Reúne todo los papeles en un archivo. En él debes incluir:
- Declaraciones de impuestos de los últimos cinco años.
- Registros de cuentas de retiro de ambos cónyuges.
- Comprobantes de cheques de nómina de ambos cónyuges, en los cuales se muestren los ingresos y deducciones.
- Documentos relacionados con los beneficios que ambos cónyuges reciben a través de su empleador.
- Copias de las pólizas de seguro, incluyendo seguro de vida, seguro de salud, seguro de propiedad y seguro de auto.
- Estados de cuentas bancarias y de corretaje.
- Estados de fondos mutualistas.
- Copia de la escritura de propiedad o contrato de arrendamiento de tu residencia.
- Estados de todos los préstamos pendientes, incluyendo la hipoteca y las tarjetas de crédito.
- Acciones que poseen los cónyuges en las empresas donde trabajan.
- Copias de testamentos y fideicomisos.
- Copias de poderes.
- Recibos de las compras importantes.
- Copias de los certificados de nacimiento y matrimonio.
Según lo que cada parte esté reclamando, es posible que deseen mantener:
- Lista de prioridades de bienes.
- Datos concretos sobre los hijos, incluyendo el tiempo que pasan con ellos.
- Actividades que comparten y gastos relacionados con su crianza.
Cómo contratar a un buen abogado en lo familiar
En este punto tu meta es encontrar a alguien en quien puedas depositar tu confianza durante este período de tu vida. No hay un límite de tiempo específico máximo para un divorcio, lo cual significa que debes contratar a un abogado con quien te sientas cómodo y con quien puedas colaborar durante un plazo prolongado.
No contrates al mismo abogado que tu cónyuge porque podría prestarse a situaciones difíciles. Puedes comenzar por hacer una búsqueda entre tus conocidos. Si ellos tuvieron una buena experiencia, quizá el abogado que te recomienden pueda serte de gran utilidad. Si has trabajado con abogados en otros asuntos legales, tal vez ellos puedan recomendarte a alguien.
Verifica muy bien las credenciales y calificaciones del abogado, independientemente de quien o quienes te lo hayan recomendado. Recuerda que no estás buscando al abogado más barato sino al que pueda representar mejor tus intereses de divorcio.
Con información de: mx.finanzaspracticas.com