El tarot, amigo de la vida

por | 17 de febrero de 2011

tarotAlgunas  personas  creen que el tarot está vinculado con el ocultismo,  con algún tipo de poder maligno o de invocación pecaminosa, lo que es erróneo, ya que el tarot es amigo de quien tenga una duda, una angustia, un problema. Quizá, esta creencia esta relacionada con que su origen está  ligado al pueblo gitano, destinatario de gran cantidad de prejuicios y poseedor de una “mala imagen” por parte de la sociedad occidental. Necesitamos ser justos y decir que esta mala imagen del pueblo gitano se originó en la persecución de la que fueron objeto en forma encarnizada durante la Inquisición, un período histórico que es también conocido como “los años oscuros” en oposición al Iluminismo, etapa que le sucedería y que marcaría una apertura en la manera de pensar del hombre.

Los egipcios fueron, a decir verdad, quienes crearon el tarot. Pero fueron los gitanos quienes, a lo largo de su constante peregrinar por el mundo, lo llevaron por todos los rincones del planeta. El tarot está originado en una necesidad humana de conectarse con lo divino, de abrir una puerta hacia un plano superior de conciencia. Si creemos que la esencia del hombre es buena, que tiene luz y vida, ningún intento de acercarse a la misma podría ser considerado como oculto o maligno.

Las cartas del tarot, de forma sumamente precisa, caracterizan distintos personajes que forman parte de la concepción divina común a gran cantidad de sociedades de todos los rincones del mundo. El hombre, de formas diversas, ha caracterizado a un ser superior, a un dios, que le otorga coordenadas y puntos de referencia a su dimensión humana. Ese Dios puede tener muchas características distintas, pero el común denominador es que se trata de un ente bueno, generoso, que otorga milagros y que ama a sus hijos, por eso todos los hombres rezan implorando a su Dios en caso de una necesidad o cuando un gran dolor nos aqueja.  ¿Cómo podríamos rezarle a un dios malvado? Por consecuencia, cualquier intento de alcanzar a Dios goza de la protección de la luz divina, el tarot es justamente eso. Por ese motivo, el tarot es amigo de quien sufre, quien tiene una necesidad, o un interrogante sin respuesta. La Inquisición fue un desafortunado y trágico momento de nuestra historia que marcó para siempre la forma en que se consideran algunos hechos y eventos. Pero por suerte, ha terminado, y es momento de procesar nuevamente la historia.