El Serrat

por | 16 de junio de 2010

El Serrat es renombrado de diferentes maneras, tales  como villa, pueblo, ciudad, barrio, puesto que es de pequeña envergadura.

Perteneciente al principado de Andorra, en España, es utilizado exclusivamente como destino para practicar el deporte extremo del esquí.

El Serrat, trata de un pequeño pueblo o villa de montaña ubicado en la parroquia de Ordino, parroquia que posee frontera con Francia, esta emplazado en dirección al noroeste en coche del principado de Andorra.

Aunque muchos lo denominaron bajo diferentes conceptos, tales como villa, barrio y ciudad, El Serrat es un poblado  donde debido a que su cantidad de población es reducida, los mismos utilizan estas tierras empleándolas para distintas actividades relacionadas con el turismo rural, alquilando  cabañas y visitando sus sitios aledaños al servicio de los turistas tanto del país europeo como de aquellos provenientes de otros continentes, mientras que otros se dedican al turismo extremo y prácticas de esquí , para ser más específicos.

El Serrat se encuentra a más de 1540 mts de altura, y debido a su clima de carácter mediterráneo, es aconsejable llevar consigo vestimenta de abrigo y confortable en caso de decidir emprender su visita para practicar esquí, puesto que los inviernos allí son muy fríos y más sentidos, en la zona de montaña.

Este pueblo representa también, a una de las 7 parroquias en total en las cuales se divide Andorra, entre las cuales podemos mencionar a la de Ordino, perteneciente al Serrat, Sant Juli de Loria y, La Massana que a su vez, se subdividen en otras tantas vecindades.

Se caracteriza por su escasa urbanización y libertad de espacios naturales de los Pirineos, con lo cual, lo hace el sitio ideal. Si viajamos a los años 40´, los habitantes del lugar, debían cargar la mercadería por medio de animales, dado que hasta el momento, no se había puesto en marcha la construcción de una carretera.

Un dato curioso de El Serrat trata de las casas que componen al pueblo, siendo aprox. de unas 60 que se encuentran inhabitadas, puesto que en temporada de invierno son puestas al servicio del turismo. Actualmente, en algunas de ellas, puede observarse los hornos de pan que se utilizaban antiguamente para cocinar.

Su belleza  radica en la naturaleza, traducido en los silencios de propio espacio casi virginal,  farolas, calles empedradas, y casas de estilo rural, que le brindan al sitio, un encanto único y sumamente tentador, puesto que poco se sabe de él.