El palacio Güell: primera obra importante de Gaudí

por | 18 de marzo de 2011

Poco conocido y escondido en una estrecha calle cerca de La Rambla (Carrer Nou de la Rambla), este palacio es uno de los más lujosos de Barcelona. Antoni Gaudí empezó la construcción del edificio en 1886 por encargo del industrial textil Eusebi Gúell i Bacigalupi, el Conde Güell, y fue terminada en 1888 (fecha que aparece en la parte alta de la fachada). Se trataba del primera encargo importante que recibía el arquitecto.

Entrada del Palacio Güell en la época de su construcción

El diseño de la fachada sigue el mismo estilo de las creaciones de Gaudí de aquella época, caracterizado por el orientalismo: en este palacio culmina una etapa de predominio de las formas de inspiración árabe, bizantina o mudéjar, con otras construcciones como la Casa Vicens, el El Capricho de Comillas o los Pabellones Güell.

Al ser la calle en la que se encuentra el palacio tan estrecha, resulta difícil observar la fachada en su totalidad. Pero Gaudí estuvo en todo y diseñó una entrada monumental con unas majestuosas puertas de arcos parabólicos y barrotes calados de hierro forjado, ornamentados con el escudo de Cataluña y un casco con un dragón alado, obra de Joan Oñós. El principal material con el que se construyó la construcción es la piedra calcárea de Garraf, región en la que Güell tenía una finca. Si tienes curiosidad por visitar la zona puedes alojarte en un apartamento en Sitges.

 

La entrada del palacio es inmensa, ya que fue pensada para que los visitantes pudiesen acceder a ella montados en sus caballos o en sus carruajes. En el sótano había unos establos donde podían dejares los caballos, algo completamente innovador para aquella época. Se podía acceder a los establos a través de una ingeniosa rampa con forma de hélice ideada por Gaudí.

Si nos adentramos un poco más, encontramos el recibidor interior, que tiene una altura de tres plantas. Este espacio es un poco más pequeño que el anterior, aunque Gaudí consiguió aumentarlo en su percepción visual mediante la instalación de un gran número de columnas. Se trata, además, del núcleo central del edificio, ya que está rodeado por las principales estancias del palacio. Destaca por su cubierta con doble cúpula de perfil paraboloide en el interior y cónico en el exterior, solución típica del arte bizantino.

 

Un poco de historia

La zona en la que está ubicado, en su época, era el centro de Barcelona, donde se encontraban las familias más adineradas. Se trata de una casa entre paredes adyacentes a otra casa que también era propiedad de la familia Güell. Esta familia vivió en el palacio desde 1888, y en sus salones se llevaron a cabo algunos de los eventos más relevantes de la Exposición Universal de 1888.

Lo más curioso es que hoy en día sigue siendo la residencia de los Güell, aunque el considerado centro de la ciudad actualmente se encuentra en la calle Paseo de Gracia y sus alrededores. Sin embargo, en 1910 el conde abandonó el edificio para ir a vivir a una casa que había adquirido dentro del recinto del Park Güell, en la parte alta de Barcelona, que Gaudí también realizó para él en aquel entonces. Si te interesa alojarte cerca del Parque Güell mira alguno de los apartamentos en Barcelona de alquiler.
A partir de ese momento, el palacio fue habitado por la hija del conde, Mercé Güell, hasta 1945, en que el palacio fue vendido a la Diputación de Barcelona, que instaló en él el Museo de Arte Escénico. Entre 1974 y 1976, esta institución realizó algunos cambios en el edificio; restauró la primera planta, para permitir su apertura al público.
La última restauración general del edificio, dirigida por Antoni González Moreno, se llevó a cabo en 1983 y finalizó en 1997. Esta restauración incluyó una reinterpretación a cargo de diversos artistas de las chimeneas y respiraderos del terrado, en el que solo se conserva una chimenea con el trencadís original de Gaudí.
El Palau Güell fue declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 1986.