Control De Acceso Y Sistemas Biométricos

por | 2 de febrero de 2011

Gracias a los avances de la tecnología, ha sido posible automatizar oficinas y en general varios lugares de trabajo. De este modo, se han creado aparatos y estrategias para mejorar las condiciones de trabajo, a la vez que productividad y seguridad, también son mejoradas. Con la llegada de la informática, los procesos de producción, almacenamiento y envío de información, se han visto beneficiados. Consecuentemente, muchas oficinas han optimizado sus procesos y han podido eliminar estrategias antiguas para el envío, recepción y archivo de información.

Asimismo, la automatización ha hecho las cosas más cómodas, tanto para directores, como para el personal en particular. Atrás ha quedado la época en que se usaban tarjetas checadoras para registrar el ingreso de empleados, del mismo modo, los puntos de entrada en los que un vigilante pedía una identificación personal, para otorgar el ingreso, son cosa del pasado.  Con el paso del tiempo, muchas organizaciones adoptaron un control de acceso, basado en tarjetas, con el fin de agilizar el proceso de ingreso de personal. De esta manera, a cada empleado – o visitante- se le daba una tarjeta para que pudiera ingresar a un edificio de manera elegante y rápida. Las tarjetas en su comienzo contaban con el nombre del usuario y se deslizaban sobre un lector, para poder hacerlas funcionar.

Como parte del proceso de automatización, muchas empresas fueron más allá y adoptaron el uso de tarjetas de proximidad o de códigos de barras. Con el pasar de los años, dichas tecnologías fueron superadas por la implementación de los sistemas biométricos.  Con estos sistemas, los controles de acceso se hicieron más confiables, puesto que la llave de ingreso a un sitio era alguna característica física de las personas, la cual no podía ser usada por otros o pérdida por su dueño. El problema con las tarjetas, era el mismo que con las llaves metálicas. Cualquiera podía robar o clonar una y acceder a información o a lugares, de manera fraudulenta. Es decir, llave o tarjeta, el problema era el mismo, sólo que las tarjetas resultaban ser más elegantes, pero igual de problemáticas que las llaves metálica de bordes dentados.

Con el uso de los sistemas biométricos, como control de acceso, se evita que personas indeseables,  siquiera intenten ingresar a un sitio protegido con esta tecnología. Además, con su implantación se logra una automatización total del ingreso a lugares específicos, por lo que se evita el uso o contratación de personal de vigilancia, el cual podía ser victima de robos, amenazas, sobornos y de muchas otras conductas delictivas.