Cómo hacer el amor en un avión

por | 1 de julio de 2010

Desde que el avión se extendiera como medio de transporte comercial, sus dependencias y, en concreto, sus baños se han convertido a ojos de muchos pasajeros en estancia objeto de deseo para mantener relaciones sexuales en algún momento de sus viajes, derivado del morbo que desprende la situación de conseguir un excitante encuentro sexual en una aeronave, a cientos de kilómetros del suelo y con la incertidumbre de poder ser sorprendidos por la tripulación u otros viajeros.

Un conocido me comentaba en una ocasión que utilizó el trayecto de vuelos baratos a Sevilla para intentar copular con su pareja, pero que finalmente no pudo debido al nerviosismo que le generaba la posibilidad de ser sorprendidos. Por ello, si se desea mantener relaciones sexuales en un avión, tan importante es ser atrevido como evitar que te pillen las azafatas, ya que esta práctica no está permitida, tampoco en un vuelo barato.

Por otro lado, existe la posibilidad de copular en un avión con el consentimiento de la aerolínea, siempre y cuando esta lo permita en sus “bases de ruta”. De hecho, una  aerolínea israelí fue la primera que hace unos meses ofertó la posibilidad a sus clientes de habilitarles un espacio exclusivo a modo de habitación para mantener sexo, a cambio de unos 200 dólares, en el transcurso de su trayecto Tel Aviv – Jerusalén, de unos 45 minutos de duración.

En definitiva, el avión se ha erigido en uno de los lugares favoritos por los individuos para materializar una fantasía sexual, unido a otras situaciones preferidas para para hacer el amor como mantener un encuentro en un aparcamiento público, en la orilla de un río, en la playa, en la terraza de un hotel, en la casa de unos amigos, en nuestro lugar de trabajo, en un ascensor, en un túnel peatonal o el típico momento sexual en el coche.