Cuando se trata de contratar a un interiorista lo esencial es tener confianza en él/ella, esa persona le va a transformar una habitación, o hasta la casa entera, y es fundamental que a usted le gustan los resultados: no quiere perder su tiempo ni desperdiciar su dinero. Seguir una recomendación personal es la opción ideal, pero no se preocupe si eso no es posible, todavía le quedan opciones. Puede buscar ejemplos de trabajos anteriores de diseñadores por internet; hoy en día la gran mayoría de diseñadores tienen sitios web o blogs en los que demuestran sus proyectos pasados, de decoración Sevilla por ejemplo. Si le gusta el trabajo que ya ha hecho un diseñador en el pasado es más probable que su trabajo futuro le vaya a gustar también.
No olvide que encontrar el diseñador adecuado no quiere decir renunciar al control por completo. El proyecto sigue siendo suyo, y es fundamental tener una idea clara de lo que quiere, y poder describirlo de manera inconfundible. Lea revistas de hogares o diseño interior y si alguna imagen (de un color, estilo, mueble o tela) le inspira, córtela y guárdela para mostrársela a su futuro diseñador.
Establezca un presupuesto y tenga en mente una idea de cuánto tiempo van a durar las obras. Algunos diseñadores le cobran por hora, otros por la duración completa del proyecto, y es muy importante saber cuánto le van a costar las obras antes de empezar. Se suele sobreestimar los gastos, y pensar en costos imprevistos, para suavizar el golpe si se presenta algún problema inesperado.
Finalmente, firme un contrato detallado antes de comenzar las obras, eso le protegerá a usted y al diseñador. Después, cuando todo esté arreglado y tenga una casa fantástica verá que el trabajo duro mereció la pena, porque habrá hecho de su sueño una realidad.