A menos de una hora de vuelo de Barcelona, Ibiza se ofrece como una alternativa ideal para hacer una escapada de fin de semana o simplemente pasar unos días increíbles, en alguna de sus maravillosas playas o de los sitios naturales que las Islas Baleares ofrecen. Con las ofertas de viajes online es posible encontrar vuelos a Madrid baratos y viajar a Ibiza, contratando un hotel con tan solo un par de clicks. No lo dude más, es un buen momento para disfrutar de un sitio paradisíaco, a pocos kilómetros de la costa española, donde podrá descansar, relajarse, caminar por la ciudad o simplemente tenderse al sol, para disfrutar del benigno clima mediterráneo.
L a ciudad de Ibiza se presta para quienes aman caminar, recorrer pequeñas calles o detenerse en alguno de los bares de la zona vieja a tomar algo para luego continuar con la caminata. Uno de los sitios más bellos para visitar es la catedral de Ibiza. La Catedral de Ibiza o de la Virgen de las Nieves fue construida entre los siglos XIV y XVIII, sobre la antigua mezquita de Yebisah. El edificio presenta un estilo de construcción gótico y barroco, fruto de una remodelación total sufrida en el siglo XVII. En la sacristía hay un museo abierto al público.
Quien reserve vuelos a Ibiza y visite la ciudad no puede dejar de pasar por el barrio Sa-Penya. El mismo presenta un conglomerado de pequeñas casitas mediterráneas, algunas muy entradas en años, pintorescos pasajes de piedra para recorrer y, como marco de fondo, el inconmensurable mar Mediterráneo.
Ibiza es una ciudad pionera en lo que hace a ecología y preocupación por el medio ambiente. En el año 1999 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su biodiversidad. Los paneles solares y los molinos de viento se multiplican a lo ancho de la isla, y cada uno de sus habitantes ha tomado el compromiso personal de proteger las especies autóctonas. Inclusive se puede presenciar un resurgimiento de la agricultura como actividad comercial, pero de una manera mucho más respetuosa con la naturaleza.
Las playas de Cala Comte son unas de las más cristalinas del mundo. El mismo paraje es un entorno protegido, por lo que quien desee disfrutar de estas increíbles playas de arena blanca no se encontrará con una zona turística sino con un refugio natural, y deberá actuar de forma respetuosa con el medio ambiente, sin contaminar ni alterar el ecosistema.