Conocida como la Ciudad de la Luz, probablemente la ciudad más romántica del mundo, sin duda entre las mejores: París.
La ciudad cuenta con numerosas colecciones de arte, los monumentos, avenidas, grandes plazas y las calles comerciales más exclusivas del mundo. Tal vez por eso tendemos a considerarla como un destino ideal para parejas y amantes.
Sin embargo, París se ha convertido en un destino en los últimos años que también es adecuado para unas vacaciones con niños en familia.
En realidad, los museos de la ciudad y atracciones son muy adecuados para los visitantes más pequeños, tanto para enriquecerse culturalmente como para los momentos de diversión.
Un ejemplo es la Ciudad de las Ciencias y la Industria ubicado en el Parque de la Villette, donde los niños pueden explorar los límites del universo para descubrir el origen de la vida y su evolución. La Cite des Enfants, ubicado en el propio museo, es un espacio creado especialmente para los niños de todas las edades, dentro de una selección de tres recorridos, uno para niños de 3-5 años y dos para niños de entre 5 a 12 años.
Incluso el Museo del Louvre, el marco histórico de la ciudad tiene diseñados proyectos para la visita de niños a la sección egipcia y otras civilizaciones antiguas con narraciones de cuentos e historias fascinantes sobre los objetos y obras de arte.
Finalmente, no puede dejar París sin ir al parque de atracciones Disneyland. Literalmente un paraíso para todos los niños, que incluso enamora a los más grandes. Temas de interés de todo tipo y para todas las edades, los desfiles y espectáculos por las calles de los cinco países imaginarios te harán vivir emociones inolvidables de la mano con los personajes Disney. Conseguir un autógrafo de Mickey Mouse y Winnie the Pooh harán de esta experiencia algo especial para toda la familia y le dará una de las mejores vacaciones para los niños, incluso si han alcanzado hace tiempo la mayoría de edad.