Vivimos en un mundo competitivo. Simple y llanamente, la competencia existe en alguna forma, desde el principio de nuestras vidas por todo el camino hasta el final. Obtener el mejor lugar en el recinto de seguridad, ganar el concurso de ortografía, entrar en la universidad, conseguir el trabajo adecuado, encontrar la pareja idónea, la compra de la casa correcta, enviar a sus hijos a la escuela y retirarse a tiempo. Finalmente, todo se ha predispuesto para que de alguna u otra forma escojamos cómo vivir de modo que podamos tener una existencia exitosa y no simplemente mediocre. La competencia viene desde los compañeros de cuna, compañeros de trabajo, colegas, empresas, países, y un sinfín de otras maneras que no son calificables en el mundo académico.
Para poder competir y tener éxito, es necesario llevar una ventaja competitiva. Es claro que la ventaja competitiva pertenece al sujeto con las características óptimas para el medio ambiente dado. En la historia, según una teoría muy difundida, los rasgos óptimos se basaron en las características físicas, pero en el mundo de hoy en día contamos con más fuerza en la mentalidad. Ya no necesitamos sobrevivir con los dinosaurios, sino que competimos con nuestras mentes. La educación es la nueva característica que influye en gran medida en nuestra ventaja competitiva. Esto ha cambiado mucho en las últimas décadas a medida que nos hemos alejado de la era industrial y entramos en la Era de la Información.
La facilidad de comunicación y el intercambio de bienes y servicios son diferentes a cualquier avance tecnológico en el pasado. Las posibilidades son infinitas. Imagine que es capaz de procesar la información en dos o tres veces el promedio de un adulto medio. Es una estimación conservadora del todo como lectores de velocidad, pues muchos(as) alcanzan velocidades de hasta diez veces y mayores. Este es el equivalente de un juego de tira y afloja, donde los equipos son de diez personas contra una persona. Parece obvio de qué lado saldrá la vencedora.
La lectura rapida es una habilidad muy fácil de aprender, especialmente con las tecnologías informáticas que se han puesto a disposición en los últimos años. Piense acerca de cómo la velocidad de lectura puede cambiar su vida. Aprenda algo y deje que se procese en su mente en un período de tiempo más corto que cualquier otro. Amplíe su educación y aumente los conocimientos necesarios para tener éxito en sus áreas de interés. Gane más dinero, tenga más tiempo libre y realmente disfrute de la lectura. Basta con cortar el tiempo de lectura a la mitad, para poder agregarle meses de tiempo a su vida.
Referencia: http://doblatuvelocidaddelectura.com/blog/