Tarjetas recargables, llamadas con ventajas

por | 5 de septiembre de 2010

Las tarjetas recargables de nuestros móviles pueden ser, a veces, toda una aventura si nos quedamos sin saldo en cualquier viaje o a unas horas un poco intempestivas.

Menos mal que actualmente las empresas que ofrecen el servicio de recarga de tarjetas recargables a los usuarios que poseen un móvil prepago han habilitado servicios online para que se pueda realizar este servicio mediante sus páginas Web.

Algunas operadoras ofrecen este servicio bajo dos modalidades:

* La primera se puede llamar recarga web y la recarga de la tarjeta recargable se suele realizar simplemente introduciendo el número al que se quiere enviar el saldo. No hace falta ser cliente de las operadoras que lo ofertan.

* La segunda modalidad suele llamarse recarga directa. Sólo puede ser realizado por los clientes y, lo que la hace más pesada esta opción para realizar la recarga de tarjetas recargables, es que hay que registrarse. Aquí el usuario puede hasta programar recargas periódicas de su tarjeta recargable de forma automática o hacer un seguimiento de las últimas recargas.

Para realizar la recarga de tu tarjeta recargable prepago sólo necesitarás un PC con conexión a internet. Podrás hacer la recarga de tu tarjeta recargable desde cualquier país.

La verdad es que este servicio es muy práctico pero asegúrate de que la web que eliges no sea de dudosa procedencia. Además, las tarjetas recargables nos ayudan a controlar nuestro gasto y a estar siempre localizados.

Debido a los tiempos que corren, últimamente siempre estamos buscando cómo ahorrarnos algo de dinero. Un recurso que tenemos a mano y que, a veces, pasa desapercibido es el de la utilización de las  tarjetas recargables.

Por si no lo sabías, sólo en España, existen más de 15 millones de  tarjetas recargables. Estos datos son mucho más exactos desde que el 9 de noviembre de 2007, entró en vigor la Ley que obliga a los usuarios a identificarse a la hora de comprar este tipo de tarjetas telefónicas.

Hace unos meses, con motivo de la finalización del periodo de identificación, mucha gente tubo que movilizarse para no perder su número de teléfono ya que si estos no se identificaban perdían dicho número. Simplemente había que identificarse con el DNI, pasaporte o tarjeta de identidad de extranjero.

Las empresas también debían identificarse con su tarjeta de identificación fiscal. El caso es que dichas tarjetas recargables permiten saber en todo momento el saldo que hemos consumido y lo que nos queda para, así, poder calcular mejor nuestro consumo.

Una vez que el saldo de nuestra  tarjeta recargable se acaba, podemos seguir recibiendo llamadas. Aunque, a veces, esto puede ser un poco incómodo para el que nos tiene que llamar, debemos tener presentes los tiempos que corren y que en realidad a nadie le gusta quedarse sin saldo.