La semana pasada, sólo por cambiar, un par de amigos y yo decidimos ir a una sala de bingo para jugar unos cartones.
Entonces ves como la ausencia hace que los recuerdos reales se desvanezcan y los sustituya por otros falsos como, por ejemplo, una habitación llena de gente emocionada y lista para divertirse, empleados “contentos con su trabajo” sirviéndote una bebida fría con una sonrisa en sus rostros mientras todos los asistentes se acomodan con un cálido ambiente de compañerismo. ¡MENTIRA!
Si hubiéramos recordado bien, esto es lo que habríamos recreado en nuestras mentes:
gente que empujaría a su propia madre para conseguir el “mejor” sitio,
gente que acapara el máximo sitio posible (lo cual incluye a aquella gente que guarda asientos para otras personas que en realidad nunca aparecen),
mesas pegajosas cubiertas con manchas de bolígrafo para marcar los cartones,
una humareda,
bebidas caras y servidas por un personal nada impresionado (vamos, saben que no tienen que ser simpáticos cuando están sirviendo a una audiencia que no tiene más remedio que escuchar y que a los 5 minutos de haber llegado todo lo que necesitan es tomar algo frío, o algo templado en este caso).
Lo único bueno que salió de aquella noche fue escuchar a una pareja de clientes insatisfechos comentando que cuando llegaran a casa iban a echar un vistazo a algunos sitios web de bingo online.
En cuanto llegué a casa decidí probar y buscar algunas web de bingo online. A decir verdad, estaba un poco preocupado porque no se me dan nada bien los ordenadores, pero había donde elegir.
En realidad había demasiado donde elegir, así que me sentí un poco perdido.
Tenía que posponer la idea pues era demasiado difícil decidirse.
Recordaba haber escuchado a una de las señoras mencionar alguna web llamada “Being in Love with Bingo” o algo parecido.
No pude encontrarla, así que pensé bueno, ¡mañana será otro día!