Algunas veces, cuando se termina una relación, los sentimientos que surgen son de desprecio, reproche, enemistad, etc., algo que no debe ir vinculado a una relación en la que alguna vez hubo amor.
Lo mejor cuando ocurre un divorcio es tener paz y para conseguirla es hacer las paces sin guardar discordia ni viejos reproches. La situación que se da al terminar una relación matrimonial puede causar dolor, problemas, tristezas a los hijos…así que lo más adecuado es llevarse lo mejor posible.
Ciertas personas, al separarse saben rescatar enseguida lo valioso del ex cónyuge y así concluyen esa relación correctamente. De esta manera se alistan para comenzar una relación amistosa sin malas intenciones.
Cuando se trata de pasar de ser ex esposos a ser amigos, existen algunas pautas a tener en cuenta. Recuerda que siempre es mejor evitar un desgaste energético al tener malos pensamientos y sentimientos sobre los acontecimientos del pasado.
Ser maduro es un factor excepcional para salvar el recuerdo del amor que alguna vez los unió. Así que en nombre de dicho sentimiento hay que tratar de mantener la cordialidad.
Una cosa muy importante es no celar al ex cónyuge respecto a sus actividades o relaciones con ex parejas. Ya no hay derecho a reclamaciones una vez que se produce la ruptura.
Si quieres tener una amistad con tu ex cónyuge es importante no tener sentimientos confusos, deja de amarlo, vigilarlo, etc. Es muy necesario si es que una de las partes quedó interesada en el otro.
Cuando hay hijos de por medio, es más imperioso que se genere una buena interacción entre ambos padres. Lo mejor será el diálogo, la marcación de pautas, la relajación y comenzar una nueva etapa. Recuerda que seguirás en contacto con esa persona el resto de tu vida.
Con información de: femenino.info