Es cierto que el pasado define completamente quiénes somos en el presente, y esto en la lectura de las cartas se ve plasmado con la aparición de determinados arcanos, como el seis de copas. Este arcano menor se refiere explícitamente al pasado, y el recuerdo de los buenos momentos que hemos experimentado. No podemos dejar de interpretar esta carta con relación a la anterior en la saga de las copas, es decir el cinco de copas. El cinco de copas habla de una pérdida, de melancolía, de pesar en el corazón. Ahora ha llegado el momento de sanar, y mirar al pasado es una buena manera de hacerlo, para recordar todas las bendiciones que nos han sucedido y todo lo bueno que hemos recogido a lo largo de nuestra vida.
El seis de copas nos enseña que no debemos concentrarnos en lo negativo, sino muy por el contrario, en lo positivos de nuestra existencia. Después de que las copas habían sido derramadas en el cinco de copas, ahora estan nuevamente en posición erguida , con toda su dádiva de energía y felicidad. Esto queda más que evidente en las flores que vemos dentro de las copas, sinónimo indiscutido de florecimiento y alegría. Como ya miramos hacia atras, ahora el camino nos resultará más claro cuando miremos hacia adelante
No siempre mirar el pasado es sinónimo de negatividad, sólo lo es cuando la persona se concentra, se obsesiona con hechos y eventos que no podrá cambiar, por más que lo desee. Es necesario mirar el pasado con espíritu de aprendiz, de alguien que está buscando conocer y explorar las causas últimas de su situación actual, sin reproches, pero con un espíritu inocente y juvenil, teniendo bien presente todo lo bueno que el futuro nos presenta, nuevas y maravillosas oportunidades.
En definitiva, en la lectura de las cartas, el seis de copas, nos indica que muy pronto recibiremos un regalo, una dádiva, una nueva bendición. Es tiempo de ver al mundo con ojos de niño, con inocencia, quien considera que el presente es completamente perfecto, y su corazón está abierto nuevas experiencias. El seis de copas nos ordena que es necesario abrir la mente a todas las posibilidades de la vida, vivir en armonía con el resto de las personas, con felicidad y paz. Se trata de vivir el presente, recordando el pasado, pero con la mirada puesta en el futuro.