La importancia del nombre de un bebé.

por | 21 de junio de 2011

¡Qué vértigo da tener un bebé! Quizás sea una de las decisiones más importantes que tomemos en nuestra vida. Tan importante que queremos controlar hasta el mínimo detalle, incluso antes de que nazca. Un ejemplo claro es la elección del nombre del bebé.

Antes que nada hay que aclarar que no consideramos que el nombre sea un “mínimo detalle”. No en vano es la palabra con la que nos llamarán, la que usemos para firmar o la que aparezca en todos los documentos oficiales. El nombre, nos guste o no, es parte fundamental en nuestras vidas, en nuestra identidad, en lo que somos (por eso que haya personas que deciden cambiárselo).

De todo lo anterior son conscientes los padres, y por eso dan tantas vueltas a la hora de poner  los nombres bebés.

Claro que los hay que tardan más y los que ya tienen pensado el nombre incluso antes de pensar en tener un hijo o una hija. Estos últimos son los que saben que le pondrán el nombre de su padre si es niño y el de su madre si es niña. O el de alguno de sus tíos o incluso de su actor o actriz favorita.

Pero aunque se tenga el nombre pensado desde hace tiempo, ¡ay!, se debe contar con la pareja. Tal vez ella no esté de acuerdo en llamarle Emiliano o Gumersinda, como ha ocurrido de generación en generación en tu familia. Y ahí comienzan los roces. Incluso la disputa puede llegar hasta el día del nacimiento, fecha en la que (obviamente) tras ver la carita de su recién nacido vástago se olvidan de las riñas.

Al fin y al cabo, todos tenemos un nombre así que los padres finalmente se ponen de acuerdo en uno. Aunque este, quizás, después de tantas vueltas, no sea del agrado del recién nacido.