La alimentación ecológica es una realidad

por | 10 de febrero de 2011

Se está registrando un cambio en la tendencia de los consumidores. Cada vez más las personas buscan una alimentación ecológica saludable y nutritiva. En el pasado la alimentación saludable era sinónimo de aburrida, sin gusto. Sin embargo algo está cambiando en el escenario de la producción de alimentos. Cada vez más gobiernos se dan cuenta de la necesidad de encarar una política de cultivo de cereales ecológicos, que responda a las nuevas demandas del público.

Tradicionalmente se asociaba el cultivo de cereales, vegetales y legumbres ecológicas a un estilo de vida marginal, destinado sólo para unos pocos. Sin embargo la necesidad de reducir las fuentes de contaminación que afectan directamente la salud humana ha hecho que un creciente número de consumidores se vuelque masivamente a este tipo de alimentos.

Muchos podrán argumentar que el rinde por hectárea es superior en la producción industrializada. Sin embargo los estudios desarrollados muestran que la forma ecológica de producción no sólo ofrece productos de calidad superior, sino que su rinde es pueden equipararse al de los cultivos con pesticidas y agregados químicos lo cual hace de la producción ecológica una opción real.

Gran cantidad de universidades especializadas en agricultura como así también institutos privados están permanentemente llevando a cabo nuevos estudios que presentan formas mejoradas de cultivar ecológicamente la tierra. El cultivo ecológico supone aprovechar el metabolismo de cada planta, considerando los nutrientes que consumen del suelo, pero también los que aportan luego de su cultivo. Así una forma cíclica de plantación evita que el suelo quede exhausto, a la vez que aumenta la producción por hectárea.

Los cereales ecológicos, además, cuentan con la aprobación de los consumidores debido a su sabor más realzado, y la mejor calidad final de las harinas y subproductos derivados. Asimismo los beneficios en la salud son superiores, pues este tipo de cultivo ofrece una mayor concentración de vitaminas, minerales, y otras sustancias indispensables para la salud humana.