Para muchas personas la pérdida de peso es una batalla constante. Por culpa de la tentación o la herencia, algunos simplemente tenemos pocas esperanzas. Afortunadamente, la ciencia va descubriendo nuevos conocimientos sobre la pérdida de peso casi todos los días. La última ayuda puede ser el té verde.
Orígenes antiguos
Las culturas asiáticas, y especialmente los japoneses, han experimentado los beneficios del té verde orgánico durante siglos. El té verde es especialmente poderoso en la batalla contra el peso. Es un hecho demostrado que la obesidad en la cultura japonesa está mucho menos presente de lo que está en occidente, debido a la dieta y al consumo de té. Es muy normal ver a los japoneses tomar una taza de su té – el té verde japonés – después de cada comida.
¿Qué tiene de especial el té verde?
El té verde se diferencia de otros tés, ya que no se fermenta antes de ser vaporizado y secado. Esto significa que tiene más parecido a la planta original en su composición y proporciona más beneficios que otros tés que tienen una elaboración adicional. La pérdida de peso se produce con el té verde porque es rico en polifenoles, sobre todo en catequinas. En distintos estudios, estas sustancias han demostrado tener muchos efectos beneficiosos para nuestra salud.
Son anti-inflamatorios naturales, además de sustancias que combaten el cáncer. Otra ventaja es que también parecen reducir el colesterol y la acumulación de grasa. Varios estudios han demostrado que las personas que beben grandes cantidades de té verde, frente a otros tipos, pierden peso a un ritmo más rápido que los que no toman el té verde.
No es una solución mágica
Incluso con todas estas pruebas debemos ser cautelosos. Los resultados obtenidos en estos estudios no son el resultado sólo de beber té verde sin más. Los sujetos fueron instados a vigilar su consumo de grasa y a someterse a un régimen de ejercicio. La verdad es que la pérdida de peso por el consumo de té verde siempre se produce en conjunción con una dieta saludable y un programa de ejercicios. Por buenos que hayan sido los resultados de estos estudios, el té verde no es suficiente en sí mismo para perder peso y experimentar un estilo de vida saludable – pero sí ayuda mucho.
La obesidad es un inhibidor importante de la buena salud y todo lo que nos puede ayudar a combatir el problema siempre es bienvenido. Es reconfortante ver cómo los remedios populares resultan ser científicamente válidos. Demuestra que nuestra generación no es la única que ha visto las ventajas de la vida sana. El té verde como potenciador de la pérdida de peso debe animarnos a reevaluar otros recursos antiguos en nuestra búsqueda de una mejor forma de vida. ¿Quién sabe qué nos puede quedar por descubrir?
No es casual que el té verde se haya convertido en uno de los nuevos productos estrella del mercado a medida que la gente va descubriendo sus beneficios. Tal vez el consumo del té verde se convertirá en una tendencia – o incluso una moda – que nos hará a todos más sanos.
Sobre el autor: Terry Roberts es profesor, traductor profesional y gastrónomo. Es webmaster del sitio Restaurante Japonés Madrid.