Antiguamente se pensaba que mientras más gordito, más sano. A los pequeños había que sobrealimentarlos para ser saludables. La damas paseaban orondas por las alamedas y mientras más “entraditas en carnes” estuviesen eran más atractivas. El Metodo Gabriel
Hoy la cosa es diferente. Desde que se descubrió que la obesidad es una enfermedad terrible que afecta cada día a más personas en el mundo, hasta nuestros cánones de belleza han mutado. Ahora nos gusta ser delgados, no sólo para estar mejor, porque nos permite hacer muchas actividades que antes no por estar enfermosSin embargo hay algo cierto. Los gorditos no quieren ser gorditos. No es su culpa. Es muy fácil discriminar, murmurar a sus espaldas, burlarse de ellos. Es una situación muy injusta y a la vez muy triste. Nuestro estilo de vida nos impone ciertos hábitos alimenticios que no son siempre los más saludables. Pocos son quienes pueden sentarse a comer en familia. Cada quien come como puede y donde puede. Nos hemos convertido en la cultura de la comida rápida y la obesidad ha dejado rápidamente de ser un problema individual para ser un problema de la sociedad.Hay naciones en el mundo que ahora toman al sobrepeso como una preocupación de salud de la sociedad Varios estados ahora están invirtiendo muchos recursos en enseñar a su gente a revertir sus costumbres alimenticias. Estamos en un momento en que muchos creen que se trata de una pandemia
Lo que no saben muchas personas es que no todos estamos predestinados para ser delgados. Varios venimos al mundo predestinados para aumentar de peso. ¿Sabían que la obesidad es uno de las principales causas de la depresión? Las marcas que puede dejar en la autoestima de una persona pueden ser indelebles y, producen consecuencias fatales
Además, entramos en un círculo vicioso porque al aumentar de peso, el apetito se incrementa gradualmente. Esto genera ansiedad y esta ansiedad se calma con más comida. Es como si jaláramos un gatillo o activáramos el mecanismo detonador de una bomba y nos sentáramos a esperar. La pregunta cae por sí sola: ¿Qué puedo hacer para bajar de peso, entonces? Si estás leyendo esto es porque probablemente ya hayas intentado de todo: dietas, ejercicios y mil y un productos que se ofertan por televisión y a través de la red. La respuesta posiblemente no la sabía: existe un Interruptor FAT en nuestro cuerpo que hace que cuando empezamos a subir de peso, no nos detengamos. En que consite el Metodo Gabriel para Adelgazar
En artículos siguientes hablaremos más acerca de este interruptor FAT y de por qué las dietas no funcionan.