El sentido de la decoración

por | 29 de marzo de 2011

La decoracion es un tema en verdad subjetivo, inmerso en una red de gustos incalculables que pueden ir por distintos períodos de la historia o por las actuales propuestas de más renombre. De igual forma, no es una concepción unitaria en cuanto a la distribución y presentación de elementos, así como tampoco se enfrasca en un solo lugar o en un determinado tipo estético. Y eso es lo que muchas personas precisamente admiran acerca de la decoración y que la hace sorprendente: que no es estática, que en realidad no puede ser dominada por un estandarismo. Siempre puede concebirse diferente.

Decorar, entonces, es algo que para las personas que son aficionadas a este tema tiene un gran valor sentimental que trasciende el hecho de llenar un espacio con objetos o pintarlo. Afortunadamente y esto hay que agradecerlo profundamente a ciertas personas, las investigaciones hechas sobre la decoración son amplias y abarcan muchos ejes temáticos. Podemos encontrar, por ejemplo, cómo adecuar un balcón con plantas ornamentales de distintas formas, los colores que más convienen o que nos gusten en la sala de estar, de qué manera podemos cambiar los muebles u otros utensilios dentro de un área específica, etc. Bien se ha dicho por allí que la decoración no es más que el simple gusto de reinventarse sin que intervenga la ortodoxia.

Entonces: ¿por qué existen tantos artículos, tantos programas, tantas opiniones diciendo que tal estilo es el que debe usarse para complementar un lugar o incluso vestirse o acicalarse? ¿Acaso no se trata más bien de un mero capitalismo que alienta el consumo de objetos o de ideas que tal vez ni siquiera apoyemos o nos convenzan del todo tan sólo para alinearlos? ¿Porqué la imaginación personal no puede tener una opinión contundente, si es que cada persona al fin y al cabo mientras sus capacidades la dejen puede conjeturar un sitio como desee? No son preguntas que gusten a los individuos del statu quo, pero de alguna manera reflejan cómo la decoración no es un tema de azar definitivamente, y de que en efecto tiene muchas aristas de las cuales se puede uno o una ponerse a analizar.

Entonces, el marco de la decoración es demasiado amplio, y su desarrollo implica una mayor probabilidad de renovación que de estancamiento. Esto tiene que animarnos a proseguir con mayor cautela, tal vez, hacia la no extrapolación de los gustos personales, aceptando que hay variadas ideas cuyo enlazamiento de alguno u otro modo puede resultar muy conveniente.

Por eso, en un marco cifrado por la concepción imaginativa de los bienes materiales junto a las capacidades de variación, la decoración es lo que pretendemos que forme parte intrínseca de nuestra personalidad y posibilidades.

Referencia: http://www.pasiondeco.com