El papel de la muerte en las cartas del tarot

por | 31 de agosto de 2010

La muerte es sin dudas una figura que nos llena de temor e incertidumbre. Cuando sale revelada en la tirada de las cartas del tarot, ningún consultante parece sentirse a gusto, y la sola visión de este arcano despierta los miedos más arraigados de nuestra personalidad. ¿Sucederá algo malo a mí o a algún ser querido? ¿Alguien va a morir próximamente? Tranquilos, no tiene por qué ser así. Esta interpretación tan lineal de la significación de todos los arcanos es un error que los tarotistas poco experimentados o amateurs suelen cometer. Quien está avezado en la lectura de las cartas sabe que el tarot es mucho más que un código que diga que a ciertas cartas corresponde unívocamente cierta interpretación.

En el caso de la muerte, lo primero que se impone es una pormenorización de la rica significación incluida en la ilustración del arcano. Para comenzar, existen diversas ilustraciones que se aplican a este arcano. Sin embargo, al fin de cuentas, la significación general es la misma. En algunos mazos la Muerte es ilustrada como un poderoso Señor, que viene a anunciar que el orden actual de las cosas se acabará en un futuro inmediato. Como vemos, no hay referencia a muertes directas, sobre todo si la carta no sale invertida. El Señor que avanza en su caballo nos dice que las cosas tal y como las conocemos terminaron, hay un nuevo gobierno, y nuevas reglas, y deberemos adaptarnos con prontitud a este nuevo ordenamiento, si no queremos perecer. El rey ha muerto, viva el rey.

En otras versiones de la Muerte, vemos directamente la figura de la popular Parca, el esqueleto humano con su hoz, cortando los brotes que surgen de la tierra. Si miramos con detenimiento, lo brotes son pequeñas cabezas humanas, sesgadas ni bien brotan del suelo. En este caso, la Muerte se acerca más a la figura bíblica del Apocalipsis, el fin de un ciclo terrenal para pasar a un estado superior de las cosas. Pero no deberemos temer, pues se trata de un cambio provechoso para el consultante. En ambas escenas queda claro que se exige una gran cuota de mansedumbre y sacrificio por parte del consultante, quien, como un humilde campesino, deberá agachar la cabeza y saber aprovechar lo que le depara el destino. El mensaje, en definitiva, anuncia cambios, grandes mutaciones, transformaciones inevitables –como la muerte misma-, pero si la persona las sabe aceptar y capitalizar esta situación a su favor, saldrá beneficiada. Las cartas del tarot tienen la sabiduría de dejar siempre una puerta abierta para que la habilidad extrasensorial del tarotista pueda encontrar la interpretación final.

Jesus Ontivero
Cartas Tarot