En la lectura de las cartas siempre deben ser incluidos los arcanos menores ya que aportan un gran significado a la interpretación final que se le dará a los arcanos. El palo de las copas se refiere principalmente a las emociones. Es necesario saber que cada palo debe ser leído como una historia particular, empezando por el as y terminando por el rey. Describe una progresión en la evolución del personaje principal. A lo largo de su historia la persona ganara y perderá cosas materiales, o afectos. Pero llegando al final de su viaje, se convertirá en un individuo con autoridad, con jerarquía, un personaje evolucionado.
El as de copas muestra un estado primero de puro amor, de bendiciones en potencia, como lo es el ser humano cuando recién nace: sólo sabe dar y pedir amor, y tiene todas las potencialidades, aunque no ha logrado ninguna realización. La misma bonanza puede ser percibida en el dos de copas, que habla de la relación entre las personas: el niño encuentra su madre. El tres de copas continúa el estado de felicidad, donde se ve un grupo de personas que trabajan para un solo fin. La persona halla en su comunidad un aliado con quien puede trabajar hacia un fin común.
El cuatro de copas es un llamado a la moderación, sobre todo referente a asuntos del corazón. Muestra a la persona feliz consigo misma, y con la vida que ha logrado, tal vez demasiado cómoda con lo alcanzado hasta ese momento. El quebranto llega de la mano del cinco de copas. Al igual que la vida, donde todos los individuos atraviesan algún tipo de crisis al alcanzar la adolescencia, y lloran por la niñez perdida, esta carta nos muestra que es mucho lo que se ha perdido, pero algo queda, reflejado en las copas que aún permanecen en pie. La evocación al pasado continúa con el seis de copas. Marca el tiempo de sanar, de mirar al pasado y sacar lo bueno que se ha encontrado, y de armarse de cosas positivas para hacer frente a un nuevo comienzo. El siete de copas señala en la lectura de las cartas el momento de recibir las dádivas, regalos extraños y maravillosos, pero cuidado. Escondido entre los regalos está el peligro encarnado por una serpiente y un dragón. Tal cual como sucede en la vida misma, cuando la limosna es grande…