El culto al cuerpo y la crisis: mientras que la economía se encoge el culto al cuerpo crece, pero sólo en ciertos sectores.

por | 13 de octubre de 2010

Parece que nada puede escapar a los largos brazos de la crisis financiera, y una de sus víctimas más recientes es el muy de moda culto al cuerpo, y sobre todo la cirugía estética. El número de intervenciones de cirugía plástica ha disminuido un 50% desde el inicio de la crisis, según datos publicados por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Por lo visto, apretarse el cinturón no se hace más fácil con la liposucción, que cuesta al menos unos 2.000 euros. Pero aunque al público una rinoplastia o una inyección de botox le parece un lujo desmesurado, mantenerse en forma sigue siendo una de sus preocupaciones diarias más pertinentes.

Casi el 20% de la población adulta española es obesa, y las estadísticas van empeorándose. Cada vez estamos más informados sobre los peligros asociados con el sobrepeso, el español mediano ya ha empezado a reaccionar. Aunque la tasa de matriculaciones en los gimnasios baja, el público está tomando la iniciativa y encontrando maneras más económicas de mantenerse en forma, contratando a entrenadores personales, corriendo, y haciendo actividad física al aire libre. Y no es por nada: enamorarse del deporte evita un ataque de corazón, y aunque le resulte muy fácil poner excusas para no hacerlo, practicar una actividad física tres veces a la semana mejoraría la salud general de cualquiera.

Pero hay que tener cuidado, porque mal hecho el deporte puede hacerle daño. Así que consulte a profesionales, tales como un médico o un entrenador personal, antes de empezar un sistema de entrenamiento. Aunque tiene fama de ser caro, en realidad contratar a un entrenador personal es una opción cada vez más económica y popular, que le ayudará a no darse por vencido, pase lo que pase. Tampoco le va a rascar el bolsillo, dado que cuesta entre 10 y 30 euros la hora. Asegúrase de que su entrenador esté titulado antes de contratarlo, y como cualquier tipo de servicio personal, lo mejor es una recomendación personal. Según el Departamiento de Estádicas Laborales un los EE.UU. el numero de puestos de entrenadores personales aumenatará un 29% hasta 2018. Los mejores cursos de entrenador personal incluyen tutoría personalizada, y acaban con una certificación final, como una titulación y un carnet acreditativo. Resulta que seguir un curso de entrenador personal mata dos pájaros de un tiro, llena el bolsillo y reduce la barriga.