Ubicada en el centro de la ciudad, la catedral de Santa María la Real de la Almudena es la sede episcopal de la Archidiócesis de Madrid. La fachada principal se encuentra frente al Palacio Real. La fachada del crucero mira hacia la calle de Bailén, y el acceso a la cripta se realiza por la Cuesta de la Vega, al final de la Calle Mayor. A diferencia de la mayoría de templos cristianos, de orientación este-oeste, la catedral tiene una orientación norte-sur, fruto de su concepción como parte integrante del conjunto del Palacio Real. Los materiales que la componen son la piedra de Novelda y granito de las canteras de Colmenar Viejo.
En cuanto a su historia, mencionar que el Emperador Carlos V ya expresó sus deseos de construir una Catedral en Madrid que sustituyera a la Antigua Iglesia de Santa María. Más adelante, Isabel de Borbón, esposa del rey Felipe V, hizo en 1644 un legado de 60.000 ducados para su construcción. Pero aún así todo quedó en el aire durante unos 235 años.
El primer paso en firme para la Catedral de Madrid lo dio la Reina Mercedes, en 1879, que compró unos solares junto a la Plaza de la Armería del Palacio Real. Finalmente, en el mes de abril del año 1883, el rey Alfonso XII colocó la primera piedra del futuro templo. Actualmente, por la zona en la que se encuentra la Catedral hay muchos apartamentos en Madrid centro en los que uno se puede alojar.
El primer arquitecto fue Francisco de Cubas, que construyó la cripta de estilo neorománico y que se concluyó en 1911. Le siguieron otros tres arquitectos, pero aunque hicieron algunas aportaciones estas no tuvieron mucha importancia a causa de la Guerra Civil Española, que causó varias interrupciones en la edificación del templo.
En 1944 se convocó un concurso nacional para solucionar el problema y fueron elegidos los arquitectos Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro. Para que el estilo del templo estuviera más en sintonía con el Palacio Real se decidió revestir todo el interior neogótico en un exterior neoclásico.
A causa de la lentitud de los avances, en el año 1984 se decidió crear una Fundación encargada de recoger fondos y en 1985 ya se disponían de sesenta millones de las antiguas pesetas. Estos fondos supusieron el impulso definitivo para acabar la Catedral, y el 15 de junio de 1993, el Papa Juan Pablo II visitó España y consagró la Catedral dedicada a La Almudena, la Patrona de los madrileños.
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