Decorar las fachadas con molduras

por | 7 de diciembre de 2009

La fachada es la cara de la vivienda y refleja el espíritu que habita en el hogar. Cambiar el aspecto triste y anticuado de una fachada por otro más moderno y agradable es fácil gracias a la ayuda de las molduras decorativas y ornamentos de espuma rígida de poliuretano. Las ventanas, puertas y elementos decorativos de la fachada son los condicionantes principales en la primera impresión que nos provoca. Podemos cambiar su forma, estructuración y  tamaño para hacer mejoras en su imagen.

Las molduras decorativas nos permiten recuperar un estilo más alegre de las fachadas. Antiguamente las ventanas y las puertas de las grandes entradas estaban decoradas con motivos que eran verdaderas obras de arte.. Se decoraba el alféizar, el dintel , la peana con adornos y diferentes formad de molduras. En la actualidad se está intentando recuperar el viejo estilo gracias a una amplia gama de molduras decorativas, fabricadas en espuma rígida de poliuretano, que imitan las clásicas formas antiguas.

Estos elementos se colocan sin necesidad de obras adicionales, renovándolas considerablemente, aunque, en algunas urbanizaciones con una estética muy marcada, habrá que solicitar un permiso a la comunidad para su instalación, ya que modifica el aspecto de la fachada.

Las molduras decorativas son unos materiales modernos fabricados en una espuma rígida de poliuretano de gran finura, libre de hidrocarburos fluoroclorados, y  de gran densidad (180-200 kg/m3). El material cumple con todas las normativas para la construcción vigentes. Además es un material con una estructura muy estable ante la acción de temperaturas; soporta el calor hasta 150º C y el frío por debajo de cero. Por eso se puede usar sin ningún problema en el exterior como en el interior de la vivienda.

Las cornisas,  molduras, rosetas y otros ornamentos se fijan con un adhesivo de neopreno o epoxy. Es aconsejable rasparlas antes para que tengan un tacto rugoso y garantizar, así, una mayor adherencia del pegamento a la fachada. La pared a la que se quiere fijar la moldura u otro elemento decorativo debe estar seca, lisa y no presentar tendencias al desmoronamiento. Si se han utilizado pintura acrílica, primero hay que hacer una prueba para comprobar adherencia a la pared. Si ésta no es suficiente, hay que retirar la pintura en la zona donde se vaya a pegar y aplicar una mano de imprimación.

Si no se hace así, puede ocurrir que, después de algún tiempo, las molduras se desprendan junto con la pintura y tenemos que reparar la pared. Tenemos que tener en cuenta que las molduras de espuma rígida de poliuretano sólo puede tratarse con pinturas y lacas libres de disolventes.