Cereales ecológicos, el futuro del alimento para bebés

por | 21 de enero de 2011

Muchas veces, al adquirir alimentos en almacenes y supermercados, nos sorprendemos preguntándonos que es lo que estamos comprando realmente. El proceso de cultivo, elaboración y conservación de frutas, verduras, carnes y alimentos congelados despierta resquemores porque la verdad es tan sencilla como demoledora: realmente no sabemos qué estamos incorporando a nuestro organismo. De allí la creciente demanda de productos orgánicos y alimentación ecológica como cereales ecológicos o pollos de campo.

Cuando se trata de la alimentación de los niños, y especialmente de los bebés, la preocupación, lógicamente, crece. ¿Cómo evitar que incorporen a sus vulnerables organismos alergenos y sustancias tóxicas? ¿Cómo asegurarnos de que su alimentación realmente contribuye a un crecimiento armónico y saludable y no que, por el contrario, los expone a la debilidad y las enfermedades?

Cuando se trata de bebés, los cereales orgánicos aparecen más que nunca como grandes aliados. Por ser de fácil digestión, este tipo de alimento resulta ideal para que los pequeños realicen sin problemas la transición de la alimentación con leche materna a la alimentación sólida. Y, a la vez, aportan una gran cantidad de nutrientes indispensables durante los primeros meses de vida, como proteínas y fibras, sin realizar aportes significativos de grasas.

Por otra parte, se ha demostrado científicamente que los alimentos cultivados de forma orgánica y ecológica presentan hasta un 40% más de carga de antioxidantes que los cultivados de manera tradicional. ¿A qué nos referimos con cultivos ecológicos? Concretamente, a aquellos que se niegan al uso de semillas transgénicas y conciben la producción en forma sustentable y amistosa para el medio ambiente, reduciendo al mínimo el impacto negativo sobre el mismo.

De allí que los cereales ecológicos garanticen una alimentación saludable para los más pequeños, disminuyendo riesgos de alergias u otras molestias.