Cambiar de trayectoria profesional

por | 7 de febrero de 2011

¿Cómo gestionar el tiempo de ocio? Habitualmente no contamos con demasiado tiempo para realizar algo que nos gusta y nos anima. A pesar de esto, cuando sí lo tenemos, no sabemos cómo gestionarlo, qué llevar a cabo o dónde acudir.

Las opciones de ocio son variopintas y más o menos todos las conocemos: ir a un festival cinematográfico, ir a ver una obra, acudir a un recital, salir a estirar las piernas, ir a una exposición, etc. Pero también tenemos la alternativa de llevar a cabo cursos de formacion para conocer un nuevo trabajo o formarse en una actividad específica. Aquí, como decíamos antes, la oferta es extensa y depende de varios agentes.

Una pieza clave son nuestras apetencias. A menudo las ignoramos porque pensamos que no son rentables. A parte de esto, parece ser que ciertos hobbies no están bien vistos, pues se llevan a cabo mediante transcursos muy distintos al resto de empleos y no tienen unos ingresos continuos. Esto ocurre de forma especial con los oficios artísticos: actores, pintores, músicos, etc.

Es normal sentir miedo a fracasar y no querer arriesgar demasiado, pero tenemos la oportunidad de aprovechar nuestro tiempo libre o los años que estamos sin trabajo para empezar algo nuevo. Los cursos formativos sirven para preparar a profesionales, pero hay quien los hace para aplicar los conocimientos a su vida cotidiana. A parte de esto, no sólo son un utensilio que permite cambiar nuestra carrera profesional, sino que también componen una base para impulsar a todos aquellos chicos que aún no se han iniciado en el mundo profesional.

Por otro lado, cada vez se aprecian más los conocimientos prácticos, mientras que la teoría sólo tiene cierta importancia en el currículo y no se cree suficiente. En determinados empleos, la práctica es importantísima, y de poco sirve tener unos estudios enfocados a la teoría. Tristemente, las universidades aún no han asimilado por completo este cambio, aunque poco a poco van adaptando sus programas y sus instalaciones a la nueva situación.

Así pues, siempre hay una oportunidad para aprender lo que verdaderamente nos agrada e, incluso, trabajar en ello.