Los sistemas biométricos, han tenido un gran impacto en los controles de acceso. De este modo, es posible ver como muchas instituciones han pasado de usar credenciales de ingreso, a implementar lectores de patrones biométricos, a la entrada de sus edificios. Al hacerlo se cuenta con muchas ventajas, ya que se extienden los niveles de seguridad, a la vez que se agiliza la entrada de personas.
Observar a las personas cuando ingresan a su trabajo suministrando una huella, patrones oculares o mediante un escaneo de rasgos faciales; es algo que no deja de ser impresionante. No obstante, ése sólo es el comienzo de algo que irá mucho más allá. Recientes investigaciones, en los Estados Unidos, han podido demostrar que el ritmo cardiaco, de cada persona, tiene una huella única al igual que las marcas dactilares, por lo que se podría usar como un indicador biométrico, que no puede ser imitado de ninguna manera.
En los Estados Unidos, la biometría se ha tomado en serio y es por ello que se han logrado varios adelantos en dicho aspecto. La razón principal, para que esto suceda, es que desde los atentados del 11 de septiembre, el país del norte ha invertido muchos recursos en estrategias de seguridad. Gracias a esta tendencia es que los sistemas biométricos se han desarrollado, al punto de analizar otras cualidades físicas como el ritmo cardiaco y en un futuro, hasta los patrones cerebrales podrían ser chequeados en un análisis biométrico.
A la par que los sistemas biométricos se vuelven más poderosos, también se han hecho cada vez más económicos, lo que permite verlos en otros lugares, aparte de instalaciones del gobierno. Esto ha permitido la instalación de sistemas biométricos en centros de salud, escuelas, medios de transporte y hasta en ordenadores portátiles.
Con el esparcimiento de la biometría, las empresas dedicadas a la manufacturación de estos productos esperan hacer diseños cada vez mejores. Una de las metas es seguir abaratando los costos, de los sistemas de biometría, a la vez que se logran aparatos menos invasivos. Ejemplo de ello son los métodos de análisis de rasgos faciales, que funcionan a grandes distancias, para evitar que el usuario siempre tenga que pararse frente a la cámara del dispositivo.
Mientras que los sistemas biométricos alcanzan todo su potencial, los especialistas sugieren usar los dispositivos actuales, en compañía de otros sistemas de seguridad, en especial cuando se trata de un control de acceso. De esta forma, un análisis de huella digital puede ir acompañado del uso de una tarjeta inteligente de proximidad.
Los sistemas biométricos han permitido el desarrollo de varios mecanismos de seguridad. Las cerraduras biométricas son un ejemplo de ello, gracias a ellas se puede dejar atrás el uso de llaves metálicas.