Hay exceso de dentistas en Asturias

por | 21 de agosto de 2018

Javier González Tuñón, presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Asturias, no duda a la hora afirmar que seguirán produciéndose escándalos similares a iDental mientras no se controle con mayor dureza la actividad de las clínicas y no se regule la publicidad engañosa. Tuñón (Oviedo, 1955) lidera un colectivo de 800 profesionales, que veían venir “desde hace tiempo” el escándalo del centro de Tremañes. El especialista en estomatología pone el foco en otro problema: la saturación de dentistas. En el Principado hay un odontólogo por cada 1.200 habitantes cuando la OMS recomienda uno por cada 3.500.

 Unos 700 afectados en Asturias y la investigación en manos de la Audiencia Nacional. ¿Es iDental el mayor escándalo bucodental de España, como asegura el Consejo General de Dentistas?

-Sí, pero no sólo es el mayor escándalo bucodental, sino también sanitario por la cuantía de damnificados en varias comunidades autónomas. Además llueve sobre mojado. Esto ya pasó, aunque a menor escala, con otro tipo de cadenas que dejaron colgados a sus pacientes. Fue el caso de Totaldent, Dentaline o Famident. Así que iDental no es el primero, pero sí que su tamaño se sale de todos los límites. Hay unos 50.000 afectados en España y es la primera vez que el Consejo General de Colegios se presenta como acusación popular en la Audiencia Nacional.

 Antes de que estallase el problema, el Colegio denunció sin éxito los mensajes engañosos que utilizaba la clínica para atraer clientes. ¿Por qué no prosperaron esas denuncias?

-Yo creo que hay varios factores y voy a señalar los dos principales. Por un lado que la propia Administración está bastante atada de pies y manos por aspectos legislativos, que para mí son tremendamente erróneos porque les impide ser más eficaces. Y por otro, que los gobiernos se fían poco de los colegios profesionales. Piensan que tenemos un afán corporativista y, cuando denunciamos las cosas, nos miran con lupa. No se dan cuenta que estamos para velar por una buena calidad asistencial. Todos los días luchamos contra la publicidad engañosa; parece que estamos vendiendo lavadoras. Hay que hacer una regulación publicitaria a nivel estatal. También reclamamos que las clínicas estén en manos de sociedades profesionales. Ahora mismo en nuestro sector, cualquiera puede montar una clínica sepa o no sepa de odontología. Este tipo de escándalos debería hacer pensar a los políticos: si la mitad de las clínicas estuviesen en manos de profesionales y se regulase la publicidad, otro gallo cantaría. Los fondos de inversión están muy metidos en todo lo nuestro, porque obtienen una alta rentabilidad, consiguen una mano de obra superbarata y encima tienen una legislación muy laxa. De ahí vienen estos males.

 ¿Piden regular la actividad de las cadenas dentales?

-No es regular ni las cadenas marquistas ni las franquicias, porque ni nos compete ni nosotros lo pretendemos. Este es un mercado de libre competencia, pero ojo, no una libre competencia feroz. a diferencia del sector de las farmacias,  Aquí lo primero por lo que hay que velar es por la salud bucodental de la gente. Hay que mirar muy bien con qué criterios están funcionando las clínicas. Y los criterios, vuelvo a repetir, deben ser exclusivamente profesionales, porque los económicos vienen de por sí. Por ejemplo, ¿qué pasó con iDental? Hacían una publicidad salvaje: “Dentistas con corazón”, “compromiso social”, que tenían un millón de euros en ayudas dentales… Todo eso debería controlarse, porque hacen mucho daño y atrae a mucha gente en una profesión como la nuestra que es costosa y que la Seguridad Social no abarca.

 Tras el cierre de iDental, ¿diría que sigue habiendo publicidad engañosa en otras clínicas?

-La publicidad no está controlada y cada uno puedo hacer lo que quiera. La pena es que Asturias dispone desde el 2002 de un decreto de publicidades sanitarias. Aunque está un poco obsoleto, otorga un papel fundamental a los colegios profesionales sanitarios. La Consejería debería apoyarse un poco más en el Colegio para regular la publicidad.

 ¿Han hablado con Sanidad tras lo sucedido?

-Nosotros les veníamos avisando de lo de iDental desde hacía tiempo y ellos nos lo reconocen. Pero nos dicen que tienen complicado intervenir por la libre competencia. En definitiva, creo que no depende de ellos, depende de una legislación nacional. Tengo miedo que esto pueda salpicar ya a otras profesiones, porque empieza haber algo en el campo de la oftalmología.

 ¿Volverán a producirse casos similares a iDental?

-Mientras sigan existiendo estos problemas, sí. Esto sigue siendo una bicoca. Cuando se abren con términos economicistas un negocio, se copia lo que funciona como negocio. Y si hoy vamos a ver todas las cadenas marquistas, comprobaremos que dieron bastante dinero a quienes las montaron. Nosotros contra iDental no podemos hacer nada de nada. No tenemos ni poder ni capacidad de actuación. Sólo podemos ir contra los colegiados y también es difícil porque son cambiantes. No obstante, hay que tener en cuenta que los trabajadores son también damnificados. No les pagaron, se quedaron en la calle y encima la gente va a por ellos.

 ¿Qué medidas tomarán contra los colegiados que hayan actuado con mala praxis?

-Cuando nos llegue una denuncia contra un colegiado y se demuestre mala praxis, nosotros actuaremos. Eso está clarísimo. Yo no estoy defendiendo la mala praxis. Al igual que disculpo a la Administración porque está limitado por la legislación, disculpo las condiciones penosas en las que trabaja esta gente. Muchos heredaron problemas de otros. Alguien puso unos implantes, se marchó. El que viene detrás se encuentra con el pastel, el paciente quiere que le haga la prótesis, los implantes no están bien colocados, el usuario arma un Cristo… Y el dentista se encuentra entre la espada y la pared: ¿Pongo la prótesis sobre estos implantes mal hechos pero que ya pagó o, por el contrario, le digo que hay que quitarlos? Es un problema gordo gordo.

 ¿Ya hay denuncias contra colegiados?

-Sí y el Colegio está valorando cómo actuar contra ellos. De momento hay pocas porque los afectados se centraron en el aspecto empresarial. Pero, como por esta vía poco van a poder hacer, al final las tintas las van a cargar contra los profesionales; ellos tienen seguro de responsabilidad civil.

 ¿Hay saturación de dentistas en la región?

-Sí, muchísima. La OMS en el año 2000 recomendó que hubiese un dentista por cada 3.500 habitantes. En Asturias somos uno por cada 1.200. Y en la zona central tocamos a uno por cada 1.000. Esto disminuye la calidad, lleva a clínicas de bajo coste, a mano de obra barata… Es un concepto erróneo que por masificar una profesión vaya a elevarse la calidad asistencial. No sé por qué tampoco en este sentido no hay una regulación. Ahora mismo en España se forman dentistas a criterio de quienes quieren estudiarlo. Es decir, si a una universidad van 100, crean tres grupos. Si van 200, crean seis… Debería de hacerse un estudio serio de qué dentistas se necesitan, como se hace en la medicina, para crear plazas. Aquello de que todos los dentistas eran ricos hizo un daño tremendo a la profesión.

 ¿Ya están prestando asesoramiento gratuito a los damnificados?

-Sí, desde el principio el Colegio está prestando todo tipo de asesoramiento. La Consejería está muy preocupada y nos han pedido que hagamos valoraciones. El problema es que a nivel de juicio, lo que sirven son los peritajes. Pero nosotros no podemos exigir a nuestros colegiados que realicen peritajes, puesto que es costoso y a lo mejor les lleva la mañana entera. Lo único que podemos hacer son valoraciones y hemos conseguido realizarlas a través de la Escuela de Estomatología y del voluntariado.

 Parte de los afectados rechazan que otras cadenas dentales se ocupen del final de sus tratamientos. ¿Qué les recomiendan?

-Los bancos necesitan que alguien les saque las castañas del fuego, y para las cadenas marquistas es publicidad decir que “nos solidarizamos” y por otra parte es una entrada de dinero importante. Nosotros lo que les aconsejamos es que miren muy bien a dónde van y con esto no quiere decir que no vayan a una franquicia. Tiene que escoger una clínica en la que consideren que está su dentista de referencia como sucede con el médico de cabecera. Que no vean esto como un negocio, como una tienda a la que vamos a comprar patatas o manzanas, y si están pochas las devolvemos y no pasa nada. Esto es salud.