Encontrar despacho con la ayuda de un centro de negocios en Madrid

por | 13 de noviembre de 2017

Alquilando una oficina en un centro de negocios obtendrás un montón de ventajas, como por ejemplo estar en un lugar privilegiado, contar con todas las comodidades que puede ofrecer un edificio con estas características, compartirás ascensor con todo tipo de profesionales, abogados, jueces, profesores, informáticos, la señora de la limpieza, porque también es importante recalcar que junto con el alquiler, vas a tener pagado el servicio de mantenimiento de la oficina.

Así que olvídate de regar la planta del descansillo y del pasillo y de limpiar los cristales una vea cada dos días, porque vendrá alguien que empezará a vaciar las papeleras y a limpiar las mesas, todo con responsabilidad y buen hacer.

También es cierto que estas oficinas suelen estar en centros neurálgicos de las ciudades, en este caso un centro de negocios Madrid te permitirá codearte con muchas personas y así tu oficina estará en una zona inmejorable. No es de extrañar que en estos edificios se cierren tratos y negocios muy importantes y con mucho dinero de por medio.

Y los perfiles de usuarios típicos de estos establecimientos son ejecutivos, profesionales y todo tipo de business-men que prefieren prescindir de las oficinas tradicionales y evitar el compromiso de pago fijo y mantenimiento.

Con los nuevos y abundantes perfiles de trabajadores autónomos, pero también de empresas medianas y pequeñas que precisan soporte físico en el marco de un despacho, en estos centros se le ofrecen varios servicios relacionados. Por un lado, el servicio de oficina con el alquiler de una sala equipada según sus necesidades, pero también podrá contratar salas alternativas en función de ciertas actuaciones como eventos, reuniones u otro tipo de acciones que precisen salas más grandes y dotadas de otro equipamiento alternativo.

Tengo cincuenta y siete años y busco trabajo de los que sea. Ese es el cartel que puse en las paredes, en las farolas, en algunas páginas de internet, y se me ocurrió no sé por qué ir hasta el centro de negocios de Madrid a dejar unas octavillas en la recepción de las oficinas. Mi hija me ayudó a sacar los papelitos para poder entregarlos, y ha dado resultado ¡me ha salido trabajo!

Así que además de nerviosa estoy entusiasmada, ya que podré demostrar lo que valgo como arquitecta sin tener que pedir favores ni tener que agradecer nada a nadie, todo lo haré porque sí.