Consumo energético; los aspectos económico y del medio ambiente juntamente considerados: desde mediados del año 2008 los edificios destinados al alquiler, la venta o el arriendo necesitan un certificado relativo a su consumo de energía. El primero de octubre de 2009 se puso además en vigencia la nueva ordenanza de ahorro energético (Energieeinsparverordnung, EnEV que prescribe a los propietarios de casas reducir el consumo energético de las calefacciones y el agua caliente en las construcciones nuevas o bien antiguas y modernizadas en un 30 por ciento aproximadamente en comparación a las normativas hasta ahora habidas. Esto mismo tiene su sentido práctico ya que el gasóleo y el gas se encarecen constantemente. De este modo se protege a largo plazo tanto el medio ambiente como el dinero de los propietarios de las casas. Desde hace varios años la demanda de las casas de reducido consumo energético se encuentra por esto mismo en alza. Entre las más conocidas cuentan las casas llamadas energéticamente pasivas ya que, desde el punto de vista energético, son especialmente eficientes. Sin embargo también las casas energéticamente pasivas cuentan con desventajas: se encuentran sometidas a ciertos fallos y suponen ciertos riesgos para la salud. Una nueva concepción constructiva ofrece a este respecto una alternativa: la casa bio-solar aprovecha la energía del sol para vivir agradablemente gracias a unos materiales naturales y PLEXIGLAS®.
En realidad la concepción de la casa energéticamente pasiva es bastante sencilla: a fin de ahorrar energía ha de evitarse el escape del calor en la medida de lo posible. Por este motivo estos edificios se encuentran térmicamente aislados de un modo extremo y apenas disponen de puentes térmicos por medio de los cuales pueda perderse energía. Gracias a su gruesa construcción hermética al aire y al agua se asemejan a una bolsa de plástico. El problema a este respecto es el siguiente: en un hogar medio se produce diariamente una cantidad de hasta siete litros de vapor de agua al cocinar, ducharse y lavar la ropa, pero también por efecto de los habitantes mismos. Para que el vapor pueda evacuarse de un modo natural las paredes de la casa habrían de ser permeables al vapor de agua. Los especialistas hablan a este respecto de paredes con apertura de difusión. Sin embargo las casas energéticamente pasivas han de ser absolutamente herméticas al aire a fin de conservar el calor. Por este motivo la concepción de las casas energéticamente pasivas ha de ser técnicamente laborioso: el vapor de agua ha de evacuarse hacia el exterior por medio de unas instalaciones de aireado y filtrado, pues sin aireación artificial el vapor de agua se condensa en las paredes interiores. La consecuencia viene a ser una humedad que pone en peligro a la construcción misma y es nociva para la salud por causa del moho. El arquitecto Udo Guenther-Dreisbusch conoce este problema demasiado bien. En tanto perito en construcciones de Energieberatung-24.de examina diariamente casas energéticamente pasivas en relación a sus defectos constructivos. “Cuando retiro las planchas aislantes la pared completa que se alza tras ella se encuentra frecuentemente invadida por el moho“, nos informa. En el clima húmedo, además, proliferan especialmente bien los ácaros domésticos, cuyas heces producen diversas alergias a las personas.
Cambio de aires
A fin de evitar todo esto las instalaciones de aireación deben trabajar a la perfección en las casas energéticamente pasivas. Además de los costes en concepto de electricidad para las instalaciones, frecuentemente han de añadirse los altos costes de su mantenimiento. El constructor de máquinas Klaus Becher sabe por su vida profesional en tanto director técnico de instalaciones industriales, hasta qué punto la técnica está sometidas a fallos. Por este motivo Becher, de 74 años de edad, ha decidido proyectar una casa de reducido consumo energético que prácticamente no necesita técnica alguna y que además ahorra energía y protege la salud de sus habitantes tanto como el medio ambiente. Los conocimientos para la construcción de la primera casa bio-solar se obtuvieron por diversas vías. “Nosotros, los ingenieros, padecemos una especie de deformación profesional que consiste en preguntarnos siempre por qué?’“, nos explica con una sonrisa en la cara. “Esta curiosidad, los conocimientos físicos que al margen de todo han de poseerse para practicar mi profesión, diversos libros y mis experiencias empresariales conforman la piedra angular de la concepción“.
Buen aislamiento
En la casa bio-solar de Becher, entre tanto patentada, se engarzan diversos aspectos. En comparación con la casa energéticamente pasiva el aislamiento térmico no se basa en una concepción de la impermeabilidad al aire. La casa bio-solar funciona según el principio de “una casa en una casa“: Las paredes con apertura de difusión con la capa del material aislante natural que es la celulosa se encuentran recubiertos de una capa exterior hermética a las inclemencias del tiempo. Entre la capa exterior y la zona interior del muro se encuentra un estrato aislante de aire. Este estrato de aire aísla muy efectivamente las habitaciones de la vivienda, pues se caliente por un efecto natural físico, el efecto de invernadero. El estrato de aire, como en un invernadero, se calienta por efecto de la radiación solar a través de las superficies transparentes de la fachada, el tejado y los invernaderos propiamente dichos. Para ello, es importante que penetre en el interior el mayor porcentaje posible de los cálidos rayos del sol. Así, las planchas alveolares transparentes constituyen un importante componente del concepto de energía. Las planchas alveolares PLEXIGLAS ALLTOP® cumplen con estos requisitos de forma óptima, ya que dejan pasar hasta un 91% de la luz solar. “Utilizamos PLEXIGLAS® porque es un material muy transparente y, además, resistente a los rayos UV y a la intemperie. A diferencia de otros plásticos, no amarillea ni siquiera al cabo de décadas”, afirma Becher. El fabricante ofrece incluso una garantía de 30 años. Dado que, además, las planchas dobles alveolares poseen un buen aislamiento térmico, evitan una pérdida innecesaria de calor hacia el exterior. Gracias a su reducido peso, las grandes superficies de la terraza cubierta también se pueden diseñar de manera muy elegante con unos pocos soportes.
Fuego y agua
El estrato de aire entre la capa exterior y la pared interior preserva el interior de la casa de la pérdida de calor. En todo caso, para que pueda calentarse primero, la casa bio-solar se sirve de una instalación de térmica solar. Ésta se encuentra en el tejado, bajo una cinta de luz de PLEXIGLAS® transparente. Los rayos solares caldean el agua de las mangueras negras de la instalación, que se emplea tanto como agua de consumo como para la calefacción de radiación de pared. En los tiempos en que se pasa de una época del año a otra, en primavera y otoño, es suficiente la energía solar para mantener el interior de la casa agradablemente caldeado. En la época en que dominan las temperaturas invernales ha de caldearse adicionalmente con una estufa de combustión de madera. Según Becher la casa bio-solar presenta un balance de consumo energético de 10 a 25 kWh por año y metro cuadrado de superficie útil. El consumo primario de energía se encuentra por debajo de los 10 kWh por metro cuadrado. “„Esto es menos que en el caso de una casa energéticamente pasiva y se corresponde a unos costes anuales en concepto de calefacción de 150 a 350 euros“ en palabras de Becher. En comparación a esto una casa multifamiliar de construcción nueva es de un consumo energético de unos 100 kWh por año y metro cuadrado de superficie útil en números redondos.
La familia Jacobi vive desde 2005 en una casa bio-solar. Emplea su estufa de noviembre a marzo. “„Con temperaturas de unos cinco grados es suficiente caldear cada dos días durante dos horas. Al darse temperaturas inferiores a cero grado caldeamos todos los días durante dos horas“, dice el padre, Darko Jacobi. En el año de 2008 ha necesitado para esto mismo cuatro metros cúbicos de leña. “„Esta cantidad pude comprarla ventajosamente por 50 euros. Además de los costes totales de nuestra casa han de añadirse tan sólo 630 euros en concepto de 3700 kW/h de consumo de corriente eléctrica doméstica“.
Calor libre de polvo
Así pues las casas bio-solares son aún más económicas respecto del ahorro de energía que las casas energéticamente pasivas. En el caso de las casas energéticamente pasivas han de añadirse además los constes en concepto de mantenimiento de los filtros de las instalaciones de aireación que tienen el cometido de purificar el aire procedente del exterior de agentes nocivos, polen y polvo. Para que en el interior no puedan proliferar los virus y las bacterias han de limpiarse los filtros regularmente. Se trata de muchos trabajos que han de realizarse para vivirse sanamente.
Las paredes con apertura de difusión de las casas bio-solares promueven por el contrario un clima interior sano, pues por ellas se evacuan los olores indeseables y el vapor de agua. Gracias a la circulación natural del aire no requieren filtros de aire y tampoco se da el peligro por causa de los nocivos virus y bacterias. Otra ventaja de disfrutar de un modo de vivir sano es la calefacción de radiación de pared de la cual disponen las casas bio-solares: no crean turbulencias de polvo aliviando así la vida de las personas que padecen alergias, asma, reuma y dermatitis atópica.
La construcción “„casa en casa“ ofrece en verano también la refrigeración necesaria: si se abren las puertas exteriores del invernadero el aire caliente simplemente asciende por el efecto de chimenea hasta llegar a la zona que se encuentra bajo el tejado. Se encuentran allí unas compuertas de aireación a través de las cuales puede evacuarse el calor. “„De este modo los cuartos interiores permanecen agradablemente frescos en la época cálida del año y ello, a saber, sin requerirse para ello de una compleja técnica de aireación“, explica Becher.
Con el latido del tiempo
Partiendo del proyecto privado el ingeniero Becher fundó una empresa, la Bio-Solar-Haus Becher GmbH, que construye casas uni-familiares y multi-familiares de una o dos plantas según se desee. “„Partiendo de esta concepción también hemos realizado ya construcciones destinadas a un uso práctico como jardines de infancia, escuelas, edificios de oficinas o centros de cuidados corporales“, ilustra el director gerente Hubert Becher, sobrino del promotor. El que la casa de Klaus Becher tenga en cuenta la concienciación del ahorro de energía y el deseo de vivir sanamente es algo que queda manifiesto en muchas condecoraciones entre las que forman parte el Energie-Gütesiegel der EffizienzOffensive (sello de calidad energética de la ofensiva de eficiencia) de Renania-Palatinado, el premio a al innovación (Innovationspreis) del Land Renania-Palatinado, el premio a la construcción ecológica “casa sana” (Öko-Baupreis “„Gesundes Haus“) de la caja de ahorros para la construcción IDUNA para los profesionales de oficios alemanes así como el “„World Energy Globe Earth“ del parlamento europeo.