Mientras muchas empresas se estancan en el viejo modelo de vender poniendo anuncios otras muchas han captado la nueva onda y se dedican a ir un paso más allá:
Creación de contenidos, creación de redes sociales u ofrecimientos de muestras gratis de algunos de sus productos son una respuesta acertada a la ideosincracia de internet.
En un lugar donde todo se entiende que ha de ser gratis desde descargar películas gratis a sitios donde escuchar música gratis las marcas podrían pensar que allí no hay negocio.
Pero nada más erróneo. Internet consume mucho tiempo a sus usuarios.
Los lugares donde esa gente se concentra son los mejores lugares para formalizar el escaparate de las marcas. Esa gestión de la imagen de estas ya es de por si un beneficio y repercute en un incremento de ventas indirecto.
Pero hay más. Aunque todo o casi parezca que es gratis hay una serie de servicios que si están produciendo ventas. Se trata de los servicios low cost.
Su secreto? parecer una ganga. Y digo bien, parecer. Muchos de ellos lo parecen pero no lo son.
Se trata de crear una imagen de ganga para generar un hábito de consumo y poder colar luego los productos que no son gangas.
Internet nació con muchas espectativas de crear una sociedad más altruista y la web está llena de sitios colaborativos que han hecho orgullosos voluntarios. Las marcas tiran hacia otro lado y quizás esa inter-relación será un tira y afloja que perfile como será la internet de mañana.