¿Cuándo puede ser considerada ecológica la alimentación?

por | 17 de agosto de 2010

Considerar los métodos ecológicos de producción de alimentos puede ser fascinante. Es sólo en situaciones como éstas en las que nos damos cuenta de cuánto daño podemos causar al planeta y a la propia salud humana.

Primero, definamos qué entendemos por alimentación ecológica. Este tipo de productos se elaboran respetando procedimientos ecológicos de producción, desde la siembra de los vegetales y frutas involucrados, hasta la manufactura misma del producto.

La premisa de la ecología consiste en causar el menor impacto posible en el planeta, en el ecosistema natural del sitio de producción, la topografía del lugar y los recursos naturales. Esto redundará no solo en una mejor conservación del medio ambiente sino en una reducción a cero de los componentes nocivos de los productos finales, tales como pesticidas o fertilizantes usados para generar la materia prima, como así también los productos y subproductos que forman parte de la producción del alimento, agregados aditivos y los desperdicios o desechos que su elaboración genera.

Para comenzar, la agricultura orgánica busca potenciar la habilidad natural de cada organismo vegetal para defenderse de las plagas: plantas parásito, insectos, hongos y otras enfermedades. Por esta causa, no se emplean en su práctica sustancias químicas o sintéticas. Tampoco se cultivan variedades transgénicas, solamente las especies que naturalmente existen en el planeta. La búsqueda final es una agricultura orgánica y económicamente sustentable, con un impacto cero en los recursos naturales (calidad del suelo, recursos hídricos, clima).

Los alimentos cultivados de esta manera son completamente diferentes a los producidos por la agricultura comercial. Las verduras son más verdes, los frutos tienen un sabor más pronunciado y colores más brillantes. En consecuencia, la comida orgánica es más sabrosa y nutritiva. Igual resultado se consigue con la cría orgánica de animales. Los animales criados orgánicamente no son alimentados con suplementos artificiales, ni se les incluyen hormonas ni aditivos sintéticos que aumenten su peso o tamaño. El resultado es similar al de las prácticas agrícolas orgánicas: los animales producen carne con otro sabor, altamente mejorado.

En consecuencia, la alimentacion ecologica nos asegura un producto de calidad superior no sólo por las cualidades de los productos terminados en cuanto a sabor, textura y colores sino también porque nos aseguramos de saber a ciencia cierta lo que consumimos. Una vez descubiertas las características reales de la comida, a través de los productos ecológicos y orgánicos, se tiene la sensación de que hasta ese momento, no se conocía el sabor real de vegetales, frutas o carne. Además, es una manera específica de hacer algo por nuestro planeta y por las generaciones futuras, al tener en cuenta la conservación del medio ambiente, en favor de un planeta más limpio.